POSIBLE ORIGEN DEL APELLIDO ARRANDO

Sabemos que el origen cercano de la familia es de Tales (Castellón).

Es muy curioso que en el censo de población de Onda de 1646 no se encuentre ni un sólo hombre apellidado Arrando. Sólo aparece un tal Juan Arrando vecino de Tales en 1646 y ninguno más. Sin embargo, en páginas de genealogía sí aparecen infinidad de Arrando en otras zonas del Norte de España. Ello me lleva a deducir que el origen remoto del apellido es del Norte  (del País Vasco, Navarra, Valladolid) de  alguno que cruzó parte de la península y se afincó en tierras de Castellón (Tales). 

También podría descender de la Isla de Arrán y haber pasado desde allí a España.

De hecho el prefijo celta Arra- en la mayoría de apellidos vascos, tiene significados relativos a piedras, rocas, peñascos,... Y el Monte Arrando se encuentra en Hodarribia, lugar donde vivían Arrando vascos en el siglo XVII y tal vez antes.

Está bastante claro que ese es el origen.

Más abajo podéis ver dos imágenes: la primera es un extracto del censo de 1646 y la segunda es un extracto de la lista donde se puede leer en cuarto lugar a Juan Arrando (del cual posiblemente todos los Arrando de origen valenciano-castellonense desciendan).

Lupe

YA LLEVAMOS UN AÑO INVESTIGANDO LA HISTORIA DE LOS ANTEPASADOS DE LA FAMILIA ARRANDO

Ya hemos cumplido un año de investigación.

No ha resultado fácil encontrar datos sobre los antepasados de la familia ya que casi la totalidad de los archivos históricos de los registros civiles y de los archivos religiosos de los pueblos de Castellón fueron arrasados durante la Guerra Civil española.

Sin embargo, sí ha sido muy gratificante. Y cada dato nuevo que encontrábamos era una fiesta, ya que nos abría la posibilidad de localizar otros datos que ignorábamos. (Ojalá nuestra búsqueda hubiera sido tan fácil como encontrar en un cajón o en un arcón una carpeta vieja llena de polvo repleta de fotos y papeles antiguos).

No cabe duda de que vuestros antepasados son la raíz y el tronco del árbol familiar. Raíz y tronco porque ellos os aportaron los genes, la tradición, la cultura,  el carácter,... que hoy tenéis.

Ahora que ha pasado un año, sabemos un poquito más sobre la historia de la familia y sobre la lucha diaria y el esfuerzo de los que hicieron posible que las nuevas generaciones de miembros de la familia estén hoy en el mundo. Pero aún nos queda mucho por hacer.

Lástima que no nos pudimos enterar de la reunión familiar que se realizó en Onda hace unos años. Si hubiésemos asistido, seguro que hubiera sido mucho más fácil investigar y los contactos familiares nos hubieran abierto muchas puertas (algunas de las cuales aún hoy en día permanecen cerradas porque muchos miembros de la familia no nos conocen y como es muy normal se muestran recelosos ante los desconocidos). En fin, si alguna vez se decide realizar otra reunión, tenednos en mente por favor, que yo personalmente iré con una libreta de notas para anotar las anécdotas que se expliquen y que  nuestros hijos y nietos puedan disfrutar de ellas cuando se las lean o explique a los suyos respectivos.

Infinitas gracias a los que nos han apoyado y a los que han tenido paciencia conmigo.

Lupe

 

EN MADRID: TRAS LOS PASOS DEL GENERAL ARRANDO EN SUS DÍAS DE DIPUTADO Y SENADOR.

Hemos estado en Madrid pasando unos días de Semana Santa y, por supuesto, visitando algunos lugares relacionados con la historia de la familia Arrando (todos ellos relacionados con el General).

Muestro algunas fotos para los que tengáis curiosidad.

Primero: La casa donde vivía el Teniente General José Arrando Ballester en Madrid, situada en la Calle de la Montera, número 4.  A tan sólo 20 pasos de la Plaza del Sol (el famoso Kilómetro 0 de las carreteras españolas). Esta fue la residencia de sus últimos años de vida, cuando se retiró de la vida militar y se dedicó a la política. Durante esos años fundó el Partido Liberal Progresista junto al General Martínez Campos y otros liberales, después se hizo Diputado a Cortes y más tarde Senador del Reino.   

Casa del Teniente General José Arrando Ballester, en la Calle de la Montera nº 4



Este edificio tiene  4 plantas más los bajos comerciales. En sus salones de la primera planta se celebraban banquetes y bailes donde se hablaba de política y se bailaban, al son de una pequeña orquesta, los bailes de moda de la época: rigodones, lanceros, minuetos,...



Otra visión de la casa donde el General murió siendo Senador del Reino y ex Diputado a Cortes.



Hoy en día el edificio está reformado y ahora viven 8 familias (más dos bajos comerciales) (antes vivía sólo la familia del General y sus sirvientes).

Este edificio está situado muy cerca del lugar donde trabajaba el General, que era el Congreso de los Diputados, en pleno Barrio Sol, que era conocido como el Barrio de las Letras por ser el barrio de los literatos, hombres cultos, liberales e ilustrados.

Fachada principal del Congreso de los Diputados donde trabajó el T. General Arrando cuando era Diputado a Cortes

Segundo: La Calle del General Arrando que conecta con el paseo de la Castellana y que es una calle con mucha solera e historia; repleta de edificios históricos y lujosos y donde han vivido personajes famosos como el escritor Antonio Machado.

 

Placas de la Calle del General Arrando

En el edificio blanco de la derecha se puede leer la placa dedicada a Antonio Machado que vivió allí desde 1920 porque era el edificio donde residía su madre y que les dejó a sus hijos en herencia. Allí vivió hasta que tuvo que marcharse por los bombardeos de la ciudad.

Calle del general Arrando y Casa de los hermanos Machado

Placa conmemorativa a Antonio Machado en la fachada de su casa hecha por la SGAE.
 

 

Tercero: la casa donde vivió el hijo del General, Emilio Arrando y Vilella, mientras vivía con su tío en Madrid para realizar sus estudios de segunda enseñanza elemental (de los 8 a los 12 años), y dos carreras: una de Filosofías y Letras y otra de Ciencias en la Universidad Central (desde los 12 a los 14 años); hasta que ingresó en la academia militar.

Su padre y su madre estaban viviendo  en Tarragona ya que el General era Capitán del  Batallón de Cazadores de Tarragona nº 2 y segundo comandante del Batallón y estaban en plena Segunda Guerra Carlista.

Calle Carrera de San Jerónimo, 40. Casa del cuñado del General Arrando, Sebastián Vilella y Font, donde vivió su hijo Emilio Arrando y Vilella en su época de estudiante en Madrid.

En este edificio Emilio vivía con su tío materno Sebastián Vilella y Font, que era muy rico y vivía en la Calle Carrera de San Jerónimo, número 40, piso principal, del Barrio El  Sol (Frente al Congreso de los Diputados). Su tío fue militar, profesor y escritor y una persona muy cultivada. Fue: profesor de literatura castellana de la distinguida Escuela de Sorèze (Francia), director durante muchos años del Colegio politécnico de Madrid, Bachiller en Lletres por la Universidad de París, profesor de latín,  regente de retórica y poética, profesor de lengua francesa por su Majestad (es decir con título expedido por el rey), catedrático en varios colegios de Madrid, y propietario de una cadena de academias de francés por todo Madrid.

El edificio lo construyó en 1846 un arquitecto famoso de la época (José Alejandro Álvarez) con la apariencia de un palacio clásico italiano de 5 plantas.  Actualmente es una de las dependencias del Congreso de los Diputados.

Otra vista de la fachada

Y cuarto: el lugar donde están enterrados los restos  del General Arrando en la Real  Sacramental de San Lorenzo y San José de Madrid.

Sabíamos que su tumba estaba situada en el patio bajo San José tumba o nicho 566 (lo descubrimos tras semanas de investigar en prensa histórica y tras dos meses de insistentes llamadas telefónicas a las oficinas de la Sacramental para que nos buscasen la ficha con sus datos en el archivo histórico (que estaba medio desdibujado por los años). Nuestra sorpresa fue que al llegar nos dijeron que aunque supiéramos la localización no lo podríamos encontrar porque tan sólo una pequeña parte de las tumbas se hallan numeradas y porque en esa época las tumbas eran compartidas por sociedades o familias, con lo cual no se vería  ya el nombre del General, (ya que no existían los nichos en 1893).

Cuando me lo dijeron casi me puse a llorar pero seguí insistiendo y suplicando: ¡Por favor, patio bajo San José, nº 566! Venimos de muy lejos, por favor, Patio   bajo San José, nº 566. Por favor, es nuestro último día aquí. Por favor.

Hasta que la señora de la oficina llamó al sepulturero que nos dijo:”De acuerdo os acompaño pero no la vamos a encontrar. Es imposible que la encontréis porque hoy no hay nadie que pueda  mirar el archivo histórico.”

Y al entrar en el patio bajo San José, la suerte, la casualidad, el destino,  (o Dios) quiso que la primera tumba a la que nos dirigió el hombre fuese la del propio General. El respeto a los que estaban allí me impidió ponerme a gritar y a saltar como loca de alegría.

 

Se trata de un nicho muy antiguo situado en la parte baja de la pared (en la parte más inferior). Tal fue fuese unos de los primeros nichos de la época.

En la lápida aparece la siguiente inscripción:

“EXMO Sr

D. JOSÉ ARRANDO BALLESTER.

Teniente General de los Ejércitos Nacionales.

Ex Senador del Reino y ex Diputado a Cortes.

Falleció el 15 de enero de 1893

A los 77 años de edad.

R.I.P.

A mi amantísimo padre.

Josefina".

 Después de limpiar la lápida le pusimos un ramo de siemprevivas en la repisa de la misma en nombre de toda la familia.



Lápida del nicho 566 patio bajo San José del Teniente General José Arrando Ballester del Real Sacramental de san Lorenzo y San José

 

LLAMAMIENTO A TODOS LOS  MIEMBROS DE LA FAMILIA ARRANDO: El sepulturero nos dijo que la pared del nicho de la Tumba del General está muy deteriorada por los años y las lluvias, que ya habían arreglado el tejadillo en alguna ocasión y que no tardaría mucho en que llegase el día en que la agrietada pared se cayese y las tumbas y los restos con ella. El caso, es que no quiero meterme donde no me llaman pero tal vez todos los Arrando deberíais reuniros y decidir si queréis entre todos trasladas sus restos a otro lugar en una pequeña cajita o dejarlos que se pierdan con la caída del muro. Todos tenéis igual parentesco más o menos, así que todos tenéis el mismo derecho a opinar sobre ello.
Para que veáis la lápida de al lado se ha rajado del peso, se ven unas cuantas grietas en la pared, a pesar de que la han arreglado por fuera en varias ocasiones. Pero, según nos dijo el sepulturero, lo peor está por dentro, donde no se ha podido hacer ningún mantenimiento.

 

Lupe