jueves, 31 de octubre de 2013

19.- Curiosidades sobre lo que sucedió tras la muerte del Teniente General Arrando


Curiosidades sobre lo que sucedió tras la muerte del Teniente General Arrando

 

Hace tiempo que quiero hacer un pequeño añadido al capítulo del General Arrando explicando lo que sucedió tras su muerte, pero, por falta de tiempo, no puedo redactarlo adecuadamente (se intentará más adelante). Así que me desquito para quédame más tranquila explicando de manera más informal  algunas anécdotas que sucedieron tras su muerte y algunas observaciones de mi cosecha.
 
Al parecer el General había amasado una fortuna (no sabemos si pequeña o mediana) a base de tierras, casas, dinero, prestigio, contactos y pensiones recibidas por cada una de las súpermedallas y condecoraciones de máximo rango militar, así como su sueldo de diputado, senador y pensión militar de Teniente General. Aunque el tema de la herencia no está muy claro, sabemos que su hija mayor, M del Carmen, que era viuda, ganaba  la nada  despreciable suma de 5000 pesetas anuales  en concepto  de huérfana de su heroico padre (cobrada a partir del 21 de noviembre de 1899).  Suponemos que,  a su vez,  su madre también ganaría una buena suma por ser su viuda. Su hija menor, Josefina, casada con Eduardo García de Oñativia también disfrutaba de una posición bastante acomodada ya que su marido era médico, abogado, militar además de político.

 


Extracto del Diario Oficial del Ministerio de la Guerra del 23 de noviembre de 1899.



Eduardo García de Oñativia, nació en Philadelfia (Estados Unidos) en julio de 1869, aunque era hijo de militar español que ostentaba un alto cargo para el ejército español (algo parecido a un embajador o Gobernador militar  o algo así en Nueva York). Éste era hijo de Coronel y nieto de Coroneles por ambas líneas (tanto la materna como la paterna), es decir militar de alto abolengo por los 4 costados. Además, tanto él como su esposa tenían fama de hacer generosas donaciones a la Iglesia y, por ello, el mismísimo Papa de Roma, León XIII, le concedió el título de Conde de Oñativia por cesión papal el el 29 de mayor de 1891, (título que se hizo entrega en una carta redactada en italiano con el sello papal  y que llevaba adherida la condición de que no se pudiera heredar a sus descendientes). De su carrera política cabe destacar que, tras la muerte de su suegro, ocupó el cargo de diputado a Cortes que el propio Teniente General Arrando había ocupado anteriormente. Como hecho curioso cuando murió Eduardo, (el 7 de marzo de 1900) , la casa mortuoria desde la cual salió su  féretro hacia el Cementerio Sacramental de San Lorenzo y San José se hallaba en la Calle General Arrando (una de las calles de Madrid , más nobles y lujosas de la época).

retrato de Eduardo García de Oñativia a los 12 años. Foto tomada en 1881 en el estudio fotográfico Antonio García de Valencia.

 Pues bien, parece ser que su mujer, Josefina, o ambos decidieron solicitar a  la reina regente, Mª Cristina (viuda de Alfonso XII y madre de Alfonso XIII) que se le concediese la gracia de que ese mismo título de Conde fuese válido en España. Cosa que la reina concedió el 12 de diciembre de 1891, tras pagar los derechos de uso para España, pero lo hizo  con dos condiciones: por un lado, que no fuese heredable y que no pudieran cobrar por él ninguna cantidad anual como el resto de los nobles hacían.


Extracto del libro “Relación de títulos vacantes ” de Ediciones Hidalguía.
 

Al parecer las hijas del General se discutieron por el lugar dónde debían reposar los restos mortales de  su padre. El General ya había sido enterrado en Madrid, pero su hija mayor, M del Carmen, mandó construir en Onda en 1902  un panteón familiar para ella y para toda su familia, con la esperanza de trasladar  el féretro de  su padre hacia su tierra natal. Sin embargo, tanto su hermana menor como su madre se opusieron y ello conllevó la discusión de las hermanas.

 Josefina se quedó viuda en 1900 y en 1902 solicitó a la reina una pensión de huérfana de su padre, tal y como ya disfrutaba su hermana mayor, ya que no cobraba viudedad de su marido Eduardo.  La respuesta de la reina regente fue clara, a partir de esa fecha la cantidad que recibía su hermana, M del Carmen se repartiría a partes iguales.

 


Extracto del Diario Oficial del Ministerio de la Guerra del 16 de marzo de 1902.



Más tarde, el 22 de junio de 1912, Josefina (a la que le sabía poco ser Condesa viuda de Oñativia) volvió a solicitar a la reina otro favor: el que se le concediese a su padre, ya difunto, el título póstumo de Marqués de Arrando y que fuese ella la que lo heredase directamente. Sin embargo, la reina no accedió a su súplica considerando que no tenía  sentido considerando que su padre estaba ya difunto. Por otro lado, ella no tenía herederos que lo pudiesen heredar y su padre  ya había rechazado anteriormente el título de Marqués de la Junquera. O sea, que jamás existió tal título de Marqués de Arrando y el de Conde de Oñativia desapareció con la muerte de Eduardo.

 




Extracto del libro “Relación de títulos vacantes”.  Los expedientes de ambos títulos se conservan en el archivo del Ministerio de Justícia, sección notables.

  

 

 
 Lupe

martes, 15 de octubre de 2013

18.- Vida del Teniente General José Arrando Ballester (Parte IV)

Vida de José Arrando Ballester
“De militar a político” Parte IV


José Arrando Ballester ocupó el cargo de Comandante General de División del ejército de Cataluña desde el 7 de septiembre de 1875 hasta el 25 de marzo de 1878, cargo que desempeñó durante 2 años, 6 meses y 19 días.

Por aquel entonces él tenía fijada su residencia provisional en Sant Andreu del Palomar en Barcelona, aunque seguía disponiendo de su casa en Onda su tierra natal.
  
Foto de José Arrando a los 55 años. Foto realizada en el estudio fotográfico Moliné y Albareda de Barcelona el año 1870. Actualmente se halla guardada en el Archivo Histórico del Ayuntamiento de Gerona. Posiblemente se trate del retrato que el propio José entregó a una Comisión del Ayuntamiento el 11 de agosto de 1876. Si os fijáis bien tiene la misma postura que se pintó en el cuadro que se haya en el panteón familiar de Onda pintada por Honorio Romero Orozco, cosa que demuestra que su famoso cuadro que aparece en la Wikipedia se pintó a partir de esta fotografía.

Como ya pudimos ver en el anterior capítulo, después del final de la Tercera Guerra Carlista se sucedieron los homenajes y agradecimientos de varios ayuntamientos de los diferentes pueblos y ciudades donde  José había dirigido a sus hombres para liberar la población del ataque y asedio de  los carlistas. Tenemos constancia de algunos de estos homenajes e intercambios de agradecimientos, por ejemplo:

·         En Gerona capital, el 27 de septiembre de 1875, fue recibido con salvas de 21 cañonazos, vítores  y repique de campanas,  junto al Capitán General Arsenio Martínez Campos.

·       En Olot fue declarado hijo adoptivo de la ciudad el 17 de octubre de 1875, junto al Capitán General Arsenio Martínez Campos y al Brigadier Juan Cirlot.

Publicado en el diario La opinión el 22 de octubre de 1876

Publicado en el libro La última Guerra Carlista en Gerona y su Provincia de José Grahit y Grau. Página 143
         En Santa Coloma de Farners lo recibieron con festejos y bailes y fueron declarados, él, Martínez Campos y el Gobernador Civil Gambel, hijos adoptivos de la ciudad, el 21 de octubre de 1875;

·        El 29 o 30 de abril de 1875 en su casa de Barcelona, recibió una comisión del Ayuntamiento de Gerona otorgándole un diploma con el nombramiento de hijo adoptivo y vecino perpetuo de la ciudad.

Publicado en el Diario de Tarragona el 30 de abril de 1876

·         El 2 de agosto de 1876, sus hombres de la guarnición militar de Gerona le obsequiaron a su llegada al cuartel con una serenata nocturna, cosa que demuestra que era un hombre muy apreciado y respetado por sus hombres.


Publicado en el libro La última Guerra Carlista en Gerona y su Provincia de José Grahit y Grau. Página 155.
·         El día 11 de agosto de 1876, José entregó un retrato suyo al ayuntamiento de Gerona como muestra de agradecimiento ante los festejos que se produjeron ese día cuando la Corporación Municipal decidió realizar un llamamiento a la paz y declarar la Guerra como un derramamiento de sangre hermana inútil.

Publicado en el libro La última Guerra Carlista en Gerona y su Provincia de José Grahit y Grau. Página 155.

·         El día 23 de julio de 1877 una comisión del ayuntamiento de Figueras se personó en Gerona para regalarle un cuadro del pintor Abdón Serradell que representaba el antiguo castillo de Montroig desde donde José había batido y dispersado las facciones carlistas que se habían reunido bajo el mando de Savalls en la que supuso la última gran batalla ganada contra los carlistas y que representó el final de la Tercera Guerra Carlista.


Publicado en el libro de José Grahit y Grau. Página 160.
Sin embargo, aunque la guerra se había dado ya por acabada, las tareas de inspección de las zonas enemigas y persecución de algunos pertinaces grupos rebeldes continuaba, con lo cual José continuaba estando de marcha incansable por los caminos de la provincia de Gerona y Norte de Barcelona.

Publicado en el Diario de Tarragona el 11 de abril de 1876

Una muestra de que José continuó sus labores de persecución de los mandos carlistas es el hecho de que en marzo de 1876 apresó al excabecilla Felip Gaja, conocido como “el terror del llano de Vic”.

Publicado en el Diario de Tarragona el 19 de marzo de 1876.

José se dedicó además a inspeccionar las zonas enemigas y a la recogida de todo el material de guerra y armamento que encontraban a su paso y que era más tarde entregado al arsenal militar de Gerona. Por ejemplo,  en Sant Quirze de Besora, José recogió 12 cajas de cohetes incendiarios y sus armas para dispararlos, fusiles Remington y Cerdán y un sable que halló en una masia llamada Puig dels Brucs, gracias al chivatazo de  un confidente.
Publicado en La Opinión el 3 de junio de 1876

Tras un intenso y duro trabajo recorriendo los caminos, José fue recompensado con unos días de descanso en su tierra natal, en su casa de Onda. No sabemos con qué motivos se le otorgó este permiso ya que su expediente militar no se nombra, pero suponemos que tal vez se tratase de un asunto familiar grave (como la muerte de algún familiar cercano). Sin embargo, el peso de las obligaciones que asumía lo llevaron a salir el 21 de agosto de 1876 de Castellón para incorporarse a su cargo al frente de sus fuerzas en el Norte de Cataluña.

Publicado en el Diario de Tarragona 17 de octubre de 1876 y en La Opinión el 19 de octubre, donde se puede leer que José pasó unos días en Onda.

Durante todo el año 1877 continuó con sus tareas de General como Comandante  en jefe de división del Ejército de Cataluña (Es curioso que este mismo cargo lo ostentó años más tarde otro familiar, Alberto Arrando Garrido, durante la Guerra Civil de 1936 a 1939). Sin embargo, José siempre fue un hombre de acción y desempañaba su cargo no tras un escritorio de despacho, sino a lomos de su caballo, por los irregulares caminos y siempre encabezando la marcha al frente de sus hombres.

A principios de marzo estuvo desempañando sus funciones en el Norte de Gerona, concretamente en Rosas. Y el día 9 de marzo, llegó al cuartel militar de la capital gerundense.  

Publicado en el libro de José Grahit y Grau. Ocurrido el 9 de marzo de 1877.
Antigua foto del Cuartel de Infantería de San Francisco  y Gobierno Militar de Gerona. Foto de 1907.

Durante marzo y abril de 1877, José Arrando participó como General y como uno de los jueces oficiales en un consejo de Guerra celebrado en la Capitanía General de Barcelona por los hechos ocurridos, el 4 de noviembre de 1874, en Castellón de Ampurias; donde 85  hombres de la sección de Caballería del 2º y 4º Regimiento de Tetuán  se vieron  sorprendidos por el enemigo y actuaron a la desesperada, sin orden y sin obedecer órdenes de sus oficiales. A consecuencia de esta nefasta defensa, en la que lograron hacer numerosas bajas enemigas, también perdieron la vida: el Comandante Francisco Tarancón, el Capitán Luis Martín y los Tenientes Leopoldo Fernández de Velasco y Leopoldo Ponce de León. Este consejo de guerra empezó el 21 de marzo y acabó el 6 de abril con la resolución del tribunal de guerra.


Antigua postal coloreada de Barcelona del fotógrafo Jorge Venini. Tras el desfile se puede apreciar el edificio de la Capitanía General.

Noticia del Diario de Tarragona, 22 de marzo de 1877, donde se informa del Consejo de Guerra.

Noticia publicada en La opinión, 5 de abril de 1877, donde se informa del Consejo de Guerra.
Noticia publicada en el Diario de Tarragona, 6 de abril de 1877, donde se informa del Consejo de Guerra.


El 16 de abril de ese año, se le concedió por Real Orden del Gobierno la Gran Cruz de Isabel la Católica, libre de gastos en recompensa a los servicios que prestó en el ejército en la 3ª Guerra Carlista en Cataluña durante el año 1876.
Gran Cruz de Isabel la Católica concedida por Real Orden del 16 de abril de 1877.

Noticia publicada en el Diario de Tarragona (24-4-1877) con la concesión de la Gran Cruz de Isabel la Católica.

En mayo, José fue nombrado jefe de la Primera División del ejército de Cataluña.

Noticia publicada en el diario La Opinión, el 17 de mayo de 1877, donde se le nombra Comandante de la Primera División del Ejército de Cataluña.

El 14 de julio  de 1877, José publicó una orden agradeciendo a sus hombres de los regimientos de Almansa,  Navarra, lanceros del Príncipe, Carabineros y Guardia Civil, en su nombre y en el del Capitán General, su brillante comportamiento durante los 13 días que estuvieron bajo su mando recorriendo los Pirineos Orientales.

Publicado en el libro de José Grahit y Grau,páginas  159 y 160,   sobre lo ocurrido el 14 de julio de 1877

El 7 de septiembre asistió al entierro del hijo de un colega de profesión, al primogénito del General Eduardo Gamir, segundo Cabo de la Capitanía General de Barcelona.

Noticia publicada en el Diario de Tarragona (8-9-1877), donde se nombra el entierro del hijo del General Gamir.

El 19 Noviembre de 1877, José marchó con sus fuerzas al Norte de Gerona para actuar contra una patrulla carlista que había cruzado la frontera de Francia para reorganizarse como ejército y que pretendían cobrar un impuesto revolucionario a los pueblos del Norte, como Crespiá y otros cercanos. José evitó que cobrasen ese impuesto, que ascendía a una gran suma de reales de vellón, y  les persiguió con su escuadrón de Infantería y los somatenes de la zona, obligándoles a refugiarse de nuevo en Francia. Más tarde, junto a las autoridades francesas, se castigó al jefe carlista, José Oso Conillera, así como al guía que le ayudó a cruzar la frontera hasta España.

Publicado en La Gaceta de Barcelona (21-11-1877) y Diario de Tarragona (22-11-1877).
Noticia publicada en el Diario de Tarragona el  23 de noviembre de 1877.

Más tarde, el General José Arrando presidió el entierro del Teniente General Narciso de Ametller (1810-1877). Éste además de ser un reconocido militar, también era considerado como uno de los mejores guitarristas del siglo XIX. Durante los últimos años de su vida, su delicado estado de salud le obligó a residir principalmente en balnearios y, por ello, compró una casa en Banyoles, lugar donde murió. En su entierro, José se ocupó de que los hombres de su Regimiento le rindiesen honores y él mismo en persona pronunció un corto discurso de homenaje en el cementerio.

Foto de Narciso de Ametller y Cabrera (1810- 1877)
Noticia publicada en el diario La Opinión, 28-11-1877, donde se informa del entierro del T. General Ametller.

Antigua foto de Banyoles. Plaza de la Constitución en día de mercado.
Foto de la antigua iglesia de Porqueres de  Banyoles.

Como ya hemos dicho anteriormente, el pueblo de la Junquera le quiso hacer un homenaje concediéndole el título nobiliario de Marqués de la Junquera. Sin embargo, José rechazó el ofrecimiento y aceptó únicamente el título de hijo adoptivo de la ciudad y un magnífico medallón de oro y platino por haber liberado al municipio del ataque carlista los días 6 y 7 de julio de 1875.

Noticia publicada en el Diario deTarragona, 12-10-1877, informando del regalo del medallón como homenaje de La Junquera.

 José dio varias muestras a lo largo de su vida de estar agradecido a los hombres que le ayudaron en el cumplimiento de su deber como oficial. Por ejemplo, en enero de 1878, publicó un comunicado llamado “Paz y Tregua” manifestando su agradecimiento a los somatenes del Principado de Cataluña sin los cuales no hubiera sido posible la desaparición de la partida carlista que merodeó durante varios días el Norte de Gerona.

Publicado en el Diario de Tarragona, 17-1-1878.

El 26 de marzo de 1878, José Arrando fue nombrado Gobernador Militar de la provincia de Gerona, desempeñando este cargo hasta agosto de 1878.

Publicado en La Gaceta de Madrid el 26 de marzo de 1878.
Antigua fotografía de Gerona. Vista parcial de las casas sobre el río Onyar. Fotografía realizada entre 1912 y 1916.
Noticia publicada en el Diario de Tarragona, 5 de abril de 1878, con su nombramiento de Gobernador Militar de Gerona.






Aunque los carlistas habían huido hacia el país vecino, fueron varios los intentos que el enemigo realizó por volver a reorganizar nuevas facciones carlistas latentes. Durante este año, 1878, a José, le tocó en diferentes ocasiones salir en persecución de diversas patrullas de carlistas que cruzaron la frontera para reconstruir un nuevo ejército.

Noticia publicada en el Diario de Tarragona (25-5-1878) donde se explica que José, como Gobernador Militar de Gerona, ordena perseguir a una patrulla carlista que había cruzado la frontera y se hallaba en el Ampurdá.

Noticia publicada en el diario La opinión el día  17 de julio de 1878 donde se nombra que el General José Arrando salió con sus hombres del ejército de infantería y caballería a recorrer zonas de la frontera que habían sido cruzadas por alguna partida carlista armada.

El 10 de junio de 1878, se le concedió por Real Oren, la Cruz Roja de 3ª clase para substituir a la de Segunda Clase que obtuvo en 1872.

El 31 de agosto, fue nombrado Comandante General de la 2ª División del Ejército de Valencia, cargo que desempeñó hasta el 10 de noviembre de 1881.

Nombramiento publicado en La Gaceta de Madrid el 1 de septiembre de 1878

El 31 de diciembre de 1879, José Arrando fue premiado con dos condecoraciones militares máximas. Por un lado, la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y, por otro, su correspondiente placa. Ambas condecoraciones fueron otorgadas por Real Orden, tras ser consultado el Consejo Supremo de Guerra y Marina, con la antigüedad retroactiva del 9 de septiembre de 1872, la primera, y del 28 de agosto de ese mismo año, la segunda. Ambas condecoraciones se conceden como premio a la constancia militar cuando el oficial tiene  un largo historial militar de campaña en su haber con un total de más de 25 años de profesión superados. (La Real y Militar Orden de San Hermenegildo es una distinción militar y una orden de caballería española creada por Fernando VII al terminar la Guerra de la Independencia en 1814).

Placa De la Real Orden de San Hermenegildo. A José se le concedió el 31 de diciembre de 1879 con la antigüedad del 9 de septiembre de 1972.

Gran Cruz de la Real Orden de San Hermenegildo concedida en 1879 con la antigüedad del 28 de agosto de 1872.

Mientras tanto el panorama político estaba mucho más tranquilo:
·         Se sucedieron los impulsos por industrializar el país y los avances modernos como el ferrocarril se expandieron poco a poco.
·         Los años siguientes representó un período de paz y calma que dio un respiro a las familias que no tenían que ver cómo sus hijos eran enviados a morir la guerra.
·         La Guerra de los 10 años (1868-1878) de Cuba había finalizado, ahora sólo quedaban pequeños focos de guerrilla conocida como La Guerra Chiquita (1878-1880).  
·         El rey Alfonso XII había aportado cierta estabilidad como monarquía constitucional parlamentaria.
·         Alfonso XII se  casó, en 1879, con la archiduquesa Maria Cristina de Austria; con la que tendría tres hijos (entre ellos Alfonso XIII), asegurando así la continuidad de dicha monarquía.



Retrato de Maria Cristina de Habsburgo-Lorena (de Austria), realizado en 1880.



En 1879 fue nombrado para desempeñar la comisión activa de Inspector, por delegación del señor capitán General de Valencia, para revistar los regimientos de Infantería, así como los comandantes y oficiales residentes en Morella, San Mateo y Amposta.

Antigua fotografía de Amposta, plaza del mercado.
Antigua fotografía de Morella. Vista general

La Opinión 23 de octubre de 1880.
Diario de Tarragona 4 de septiembre de 1880. En esta noticia se anuncia que José se dirigía a Morella, lugar donde debía inspeccionar a las tropas, oficiales y altos cargos.

El 10 de noviembre de 1881, fue nombrado Segundo Cabo de la Capitanía General de Valencia, cargo que desempeñó hasta el 22 de marzo de 1883. Sin embargo, el 20 de agosto de 1881, José solicitó poder cesar del cargo provisionalmente durante un año para poder viajar con su mujer  y recorrer en ese tiempo toda la Península.

Antigua fotografía de la Capitanía General de Valencia.
Noticia publicada en el Diario de Tarragona y en La Opinión (8-11-1881) donde se nombra el ascenso de José a Segundo Cabo de la Capitanía General de Valencia.

La opinión 24 de diciembre de 1882. En esta noticia se informa que José fue a recibir a la estación de tren de Valencia al  nuevo Capitán General, Manuel Salamanca y Negrete.

Diario de Tarragona 20 de enero de 1883


El 19 de enero de 1883, en el consejo de Ministros celebrado en Madrid, se decidió ascender a Teniente General a José Arrando. Dicho nombramiento se hizo efectivo el día  22 de dicho mes, cuando fue promovido, aunque no fue hasta el 25 cuando el rey firmó el ascenso.

Ese mismo año, José continuó en su cargo de Segundo Cabo de la Capitanía General de Valencia hasta el 22 de marzo, fecha en que cesó el cargo y quedó en situación de cuartel (durante 6 meses y 21 días) hasta el 13 de agosto de 1883, fecha en que fue nombrado Capitán General de Extremadura.

Fotografía de la fachada del edificio de la Capitanía General de Badajoz en la plaza López de Ayala.

Publicado en La Vanguardia el 16 de agosto de 1883 con su nombramiento como Capitán general de Extremadura. Nótese el error en el segundo apellido.
Para desempeñar el cargo de Capitán General, José tuvo que trasladarse hasta Badajoz, la capital extremeña, donde suponemos que lo hizo con su esposa Carmen Vilella y Font y tal vez su hija mayor Mª del Carmen Arrando y Vilella, ya que ésta había enviudado. Por ello, el 15 de agosto de 1883, José salió en tren con su familia hacia Badajoz. Al día siguiente, a su vez, José fue nombrado Gobernador Militar de Badajoz.


Retrato de Carmen Vilella y Font, esposa de José Arrando Ballester, foto realizada en 1870 n el estudio fotográfico Moliné y Albareda de Barcelona
 
El 5 de septiembre de 1885, José Arrando declinó el nombramiento de Capitán General de Canarias. Pero continuó como Capitán General y Gobernador Militar de Badajoz.

Eco de la Provincia 5 de septiembre de 1885

Estos altos cargos militares, que desempeñó hasta el día 19 de enero de 1887 (durante un período de 3 años, 5 meses y 6 días) supusieron su último destino ya que ese año 1887 José solicitó la dimisión por haber cumplido la edad reglamentaria para retirarse y porque tenía la intención de dedicarse  al mundo de la política.

Congreso de los Diputados. Hacia 1890. 

Antes de retirarse del ejército, José ya pensaba en dedicarse a la política, así que se trasladó a Valencia en diversas ocasiones (como el 19 de octubre de 1883 y el 24 de abril de 1884) para preparar su camino como candidato del Partido Liberal (del cual fue cofundador junto a Arsenio Martínez Campos).  (El partido liberal se creó en 1880 como partido político favorable a las libertades civiles y a los derechos individuales).

En abril de 1886, José se presentó a las elecciones para ser declarado Diputado de las  Cortes del Partido Liberal del municipio de Nules de  la provincia de Castellón. Ciertamente la mejor campaña que pudo haber tenido fue su intachable expediente militar y el hecho de haber salido en prensa durante muchos años. Por ello, el 4 de abril de 1886 obtuvo 732 votos a favor del total de 1437 votos emitidos en Nules, es decir el 51% de los votos. De este modo, José juró su cargo de diputado en Madrid el día 18 de diciembre de 1886.

Extracto del libro de Juan Balbás “Efemérides de la provincia de Castellón” (segunda parte) publicado en 1886.
Para leer más (expediente del Congreso de los Diputados):

De hecho, dos días más tarde se declaró incompatible su destino militar de Capitán General y Gobernador Militar de Badajoz con el cargo de diputado que desempeñaba (debido a la gran distancia) y, por ello, José decidió dimitir de su cargo militar.

La dimisión fue aceptada por la Reina Regente, María Cristina de Habsburgo-Lorena, que,  tras la muerte de su esposo, Alfonso XII, y debido a la minoría de edad de su hijo, Alfonso XIII, asumió la regencia del Reino.

Aceptación de la dimisión de José Arrando, por parte de le Reina Regente. Publicado en la Gaceta de Madrid el 20 de enero de 1887
Publicado en La Vanguardia el 22 de enero de 1887 con la misma noticia.

Tras su dimisión, José pasó a la reserva del Estado Mayor general del Ejército como Teniente General. Y se trasladó a Madrid donde fijó su residencia. En su historial constaban 56 años y 7 meses de servicio efectivo, que con los abonos y aumentos merecidos por servicio de guerra en activo, el desempeño de cargos,… , se convirtieron en un total de 71 años, 7 meses y 27 días.

Noticia publicada con el pase a la reserva del Estado Mayor en La Gaceta de Madrid el 24 de marzo de 1887.

Al parecer, José Arrando instaló su nueva y última residencia en la calle Montera nº 4 de Madrid, calle que conecta la Gran Vía con la Puerta del Sol (la casa se halla muy cercana, casi tocando,  a la Puerta del Sol, el kilómetro 0 de España).

En aquella época el barrio Sol era el barrio de los literatos, un noble barrio donde vivía la gente adinerada y muy cercano al Congreso de los diputados, lugar donde José trabajó sus últimos años de vida.

Por el centro de su calle pasaba el tranvía, el principal signo de modernización de la ciudad.


Antigua fotografía de la Plaza la Puerta del Sol de Madrid en un atasco de tranvías. Los tranvías se instalaron en esta plaza el 31 de mayo de 1871.

Foto de la Puerta del Sol tomada algún verano de la década de 1880. Se conoce que es verano porque los tranvías que se observan son los denominados de jardinera (más apropiados para el calor). En la foto se observa el bullicio del centro de la ciudad con los carros, tranvías, peatones,…

En esta casa, según Vicente Aguilella Rausell, bisnieto-descendiente de su hermano Juan Bautista, se celebraban bailes en sus salones, en los cuales se bailaban los bailes de moda de la época: rigodones, lanceros y minuetos.  Y en los que, por supuesto, se hablaba de política.

Imagen: salón de baile del siglo XIX.
Según creemos José Arrando era un hombre entrañable y familiar al que le gustaba rodearse de familiares. Según Vicente Aguilella Raussell, la sobrina menor del General solía pasar temporadas en casa de sus tíos y le ayudaba a  éste a ponerse el uniforme de gala con todas sus condecoraciones para las ocasiones solemnes y las fiestas y los bailes que celebraban en su casa. Cuando José presentaba a su sobrina, Carmen Arrando Ballester, a los comensales les decía orgulloso: esta señorita es tres veces  familia mía:  primero, es hija de mi hermano; segundo, lleva mis mismos apellidos y tercero, la he bautizado yo. 


Otro hecho de su cercanía a la familia lo demuestra que siempre cogió como ayudantes a militares sobrinos o primos suyos.

José al parecer pertenecía a la rama menos conservadora del liberalismo, es decir tenía una tendencia al liberalismo de izquierdas, tal vez por ello se negase en su momento a ser marqués.



Diario de Tarragona 12 de enero de 1887

Publicado en El Orden 13 de enero de 188, donde se define su ideología política.


Varias fueron las intervenciones políticas de José Arrando en el Congreso de los diputados. José era conocido como un enérgico orador que nunca olvidaba a sus compañeros de armas y siempre tenía en cuenta las posibles mejoras que se pudiesen hacer dentro del ejército; por ejemplo: abogó para que se restableciesen los sargentos, mandos militares que se habían suprimido años antes.

El 20 de junio de 1887, José ya llevaba presentadas en el Congreso 4 enmiendas al proyecto de reformas militares.


Publicado en El Gubernamental, 4 de junio de 1887


Publicado en El Orden, 29 de julio de 1887.



Publicado en La Opinión el 22 de julio de 1888


Publicado en La Opinión el 22 de julio de 1888


Publicado en La Opinión el 31 de enero de 1889.


El 24 de marzo de 1889, José Arrando fue elegido Senador por el municipio de Toledo. Y el 8 de abril, juró el cargo y ocupó su escaño. En la siguiente página del Senado figura su expediente personal de Senador, así como los documentos que acreditaban que reunía los requisitos para ocupar el cargo.  También se pueden leer los diarios de las sesiones en las que participó y un discurso suyo.

Documentos de su expediente personal como Senador
Documentos de su expediente personal como Senador que hacen referencia a los documentos presentados y a los requisitos cumplidos para ocupar el cargo.

Certificado del Juramento del cargo de Senador, escritos por los secretarios de Senado el 8 de abril de 1889.



Publicado en La Provincia de Tarragona el 13 de marzo de 1889 y el 30 de marzo.




Publicado en El Pabellón Liberal el 12 de abril de 1890



Publicado en El Municipio el 29 de junio de 1890

Publicado en La Correspondencia de España el 29 de abril de 1890


Desgraciadamente, José enfermó en mayo de 1891 de una congestión cerebral. (La congestión cerebral es una acumulación de sangre en el encéfalo y sus meninges debida al trabajo mental excesivo, una fuerte conmoción, enfermedades febriles o una enfermedad infecciosa grave.) Tenía 76 años, de los cuales había llevado siempre una vida muy activa. Afortunadamente era un hombre fuerte y logró restablecerse, aunque creemos que tal vez vio mermada su salud (debido a que no le quedaron muchos años de vida)

Publicado en el Diario de Tarragona el 19 de mayo de 1891

El 28 de julio de 1892, murió su cuñado Sebastián Vilella y Font que había sido militar, Bachiller en Letras por la Universidad de París, profesor de Latín y castellano, profesor regente de retórica y francés con Real título, escritor de varias obras, propietario de varias academias de francés,… Su entierro se celebró en la iglesia parroquial de San Jerónimo de Madrid. A él acudió el Conde de Fabraquer con su padre el señor Carulla, José, con su familia:  su esposa carmen, sus hijas y su yerno, Eduardo García de Oñativia, Conde de Oñativia por cesión papal.

 
Artículos de prensa publicados con la noticia de la muerte de Sebastián Vilella, el día 28 de julio de 1892.

El 15 de enero de 1893, José Arrando murió en su casa de Madrid víctima de una doble pulmonía. Murió a las 20:30 horas, después de haber recibido el día anterior los santos sacramentos. Tenía 78 años de edad.

Publicado en el diario La Opinión el 17 de enero de 1893

Su entierro fue multitudinario y se realizó a las 3 de la tarde. La reina envió un sirviente de confianza para que diese el pésame a la familia. Su féretro fue conducido desde la casa mortuoria situada en la calle del Prado, números 16-18 hasta el cementerio Sacramental de San Lorenzo y San José de Madrid.
Tras un par de meses de llamadas telefónicas a dicho cementerio para localizar su tumba, ya que desgraciadamente en su ficha de archivo están los números de la tumba desdibujados, nos la consiguieron localizar: al parece se encuentra en el nicho 566, patio bajo San José.


Noticia publicada en el diario La publicidad, el 18 de enero de 1893, anunciando su muerte y haciéndole un pequeño homenaje.

Tras su muerte, su hija Mª Carmen edificó un panteón en Onda su tierra natal en 1902, pero, según Vicente Aguilella, por una discusión entre las hermanas a causa de la herencia, su hermana Josefina y su madre, que se posicionó a favor de su hija menor, se negaron a trasladar el féretro.

Fin

Nota de la autora: este pequeño homenaje lo hemos hecho con mucho cariño hacia el que fue un hombre con mucho carisma  y con una profunda admiración hacia el hombre que se hizo a sí mismo y rompió todos los moldes de la época. Cuando mi hijo de 6 años, Nicolas-Sean Arrando, al que le encanta que su madre le explique historias, me pregunta sobre él, a menudo le llamamos entre nosotros el yayo porque, aunque jamás tuvo nietos, nosotros le rendimos así homenaje pensando que quizás a él le hubiera encantado tenerlos.

           Lupe