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viernes, 12 de julio de 2013

12- Vida de Pepe Arrando Ballester

Vida de José Arrando Ballester 
“Pepe el Talero” “El valiente sobrino del General”


Nació en Onda (Castellón), no sabemos la fecha exacta porque no consta en su expediente militar, pero creemos que fue en 1852 porque se alistó en Infantería como soldado voluntario el 1 de agosto de 1869. Al no ser hijo de oficial militar no pudo asistir a la Academia Militar por lo que estimamos que ese año debería tener unos 17 años, una fecha muy corriente para los soldados voluntarios en aquella época.

En su pueblo, Onda, era conocido como “Pepe el talero” porque su padre, Bautista había nacido en Tales.

Imagen: Foto antigua de Onda (principios del s.XX)
Su padre se llamaba Bautista Arrando Ballester y su madre Pura Ballester. Con lo cual, esta coincidencia de segundos apellidos le había llevado por casualidad a llevar el mismo nombre que su famoso tío, el oficial militar José Arrando Ballester. 

Su padre era Agrimensor, es decir, estaba especializado en: la medición de terrenos para crear después planos, delimitar fronteras entre tierras, nivelar terrenos para la conducción de aguas o la creación de carreteras, puentes y caminos, peritar y tasar tierras, conocía las leyes vigentes relacionadas con la propiedad y producía elementos cartográficos como mapas y planos. Por ello deducimos que su familia era burguesa o aburguesada y su padre claramente había realizado estudios superiores en la Academia Provincial de Valencia.

Antigua foto panorámica de Onda.

Suponemos que  José (Pepe a partir de ahora para no confundirlo con su tío) había estudiado con los curas como lo hicieron anteriormente su tío y su padre. Sin embargo, él sintió la vocación militar a un a temprana edad y por ello se alistó voluntariamente en el ejército, el 1 de agosto de 1869. Hay que decir que en esa época su tío, que era ya Coronel de Infanteria, salía muy a menudo en la prensa histórica nombrándole como valiente (bizarro) por su hazañas bélicas durante las batallas contra los carlistas. Este hecho tal vez animó a Pepe a alistarse en infantería para seguir el ejemplo de su tío y de su primo Emilio (deducimos que  3 años mayor que él), que ya estaba en el ejército, ya que éste como hijo de oficial se había podido alistar como cadete en la Academia Militar, el año 1863, a la edad de 14 años. (En esa época la condición para entrar en la Academia militar  era o ser de sangre noble o ser hijo de oficial).

Onda. Raval de Sant Josep. Foto del s XX.
Nada más entrar en el ejército como soldado voluntario (el 1 de agosto de 1869) fue destinado a la Segunda Compañía del Primer Batallón de Infantería de Granada nº 34, que se encontraba operando en la zona de Valencia. Allí estuvo hasta finales de noviembre en que el Batallón fue destinado a Cartagena hasta fin de año.

El 1 de septiembre de 1870 ascendió a Cabo Segundo. Y durante todo ese año, se mantuvo con su batallón en la zona de Valencia hasta que en mayo de 1871 fue enviado con su Regimiento a Castellón.

A 17 de agosto de 1871, fue destinado a la Primera Compañía del Segundo Batallón del Regimiento de Burgos nº 36, que se encontraba en la zona de Lérida. Bajo las órdenes de su tío José, entonces Coronel de Infantería y de su primo Emilio que era Teniente y que fue destinado a este regimiento a la par que él. (Quién sabe si fue el propio José Arrando Ballester quien queriendo tener cerca a su sobrino y a su propio hijo influyó en sus respectivos destinos).

El 1 de marzo de 1872, Pepe fue ascendido a Cabo Primero. 

Sin embargo, el 21 de abril de ese mismo año, 1872, estalló oficialmente la guerra civil conocida como Tercera Guerra Carlista (1872-1876) (aunque en Cataluña había empezado unos días antes). Y que se libró especialmente en dos francos: por un lado el  País vasco y Navarra, y por el otro Cataluña y Segorbe. Ésta guerra se desarrolló entre los partidarios de Carlos, duque de Madrid, pretendiente carlista al trono de españa como Carlos VII) y los gobiernos liberales de Amadeo I de Saboya, primero, de la I República más tarde y del rey Alfonso XII, después.
Carlos VII con su perro León

El pretendiente Carlos VII, en un dibujo de la revista Vanity Fair de 1876.

Tropas carlistas con sus conocidas boinas rojas. El pretendiente Carlos VII está en el centro.


Por ello, al hallarse Pepe en Lérida se encontró de pleno inmerso en medio de una guerra.

El día 1 de mayo de 1872, salió con su Regimiento, a las órdenes de su tío José, a recorrer la zona de Lérida con la misión de buscar y perseguir los ejércitos carlistas del General Torres, del Brigadier Sorribas, del Gaucho de Batera y del Coronel Piñol. Y se vieron involucrados en varias batallas: 

1º) El 4 de mayo  en la Batalla de Masotero, donde ganaron y destruyeron las fuerzas del General Torres.

Imagen: Batallón de Burgos nº 36 luchando en una batalla contra los carlistas.

2º) El 11 de mayo en la Batalla de Serran, donde lucharon contra el Brigadier Ribes,  y donde mataron a 5 carlistas (entre ellos el propio Brigadier Ribes), hirieron a 12 soldados enemigos (entre ellos un capitán)  y posteriormente capturaron a 5 prisioneros (entre ellos el propio Segundo Jefe Coronel Feliu, más dos hombres y dos oficiales más),  y disolvieron el resto de la formación enemiga. En esta batalla, como en la mayoría de las otras, Pepe tuvo una participación muy directa, como hombre decidido e impulsivo que, al parecer era, y ello le valió volver a ascender rápidamente (y en menos de 10 días) al grado de Sargento Segundo por méritos de guerra.

Fusil con sistema de pistón, habitual en el equipo de las tropas que combatieron al comienzo de la Tercera Guerra Carlista (1873-1876).

3º) El 10 de junio de ese mismo año (1872) luchó en la Batalla de la Granadilla, contra las fuerzas carlistas del General Saura, Comandante General de Tarragona; donde dispersaron al enemigo y rescataron a los “voluntarios” (por así decirlo, ya que eran los habitantes del pueblo obligados a luchar en el bando carlista a la fuerza), así como liberaron a las personas que formaban el Ayuntamiento que habían sido hechos prisioneros.

4º) El 18  de julio combatió en la Batalla de Bajadell, donde hirieron y capturaron al cabecilla Comandante General del Penedés. Hicieron 5 muertos y dispersaron la facción carlista.

Representación de una batalla entre los ejércitos liberal y carlista.

5º) El 24 de julio lucharon en la Batalla de Sallent, donde habían ido con la misión de perseguir y capturar al cabecilla Castells, autotitulado Capitán General de Cataluña, y donde  le ganaron a él y a otros cabecillas con los que se había reunido allí con 1084 hombres y 45 caballos. Y donde causaron 13 muertos (entre ellos el Comandante de Infantería Guías Torres), 100 heridos (entre ellos el Coronel Galcerán) y 42 prisioneros. Y rescataron a los prisioneros que tenían los carlistas (un soldado y el jefe de estación de Terrassa).

6º) El  24 de agosto en la Batalla de San Mauricio, donde lucharon contra las facciones carlistas que se habían reunido allí al mando del cabecilla Castells que había huido en la anterior contienda. Y donde lograron dispersar al enemigo. Y gracias a la cual su tío fue ascendido a Brigadier.

Carabina con sistema de retrocarga Remington, uno de los primeros sistemas de tiro rápido junto a los rifles de palanca tipo Henry utilizados en la Tercera Guerra Carlista (1873-1876).

 7º) El 20 de noviembre en la batalla de de Santa Coloma, donde  por mérito de guerra fue ascendido de nuevo a Sargento Segundo. 

8º) El 7 de diciembre en la batalla de Lladó.

Dibujo del uniforme usado por las tropas isabelinas durante la Tercera Guerra Carlista, entre 1871 y 1875.

9º) El 14 de diciembre en San Quirce de Besora, donde lucharon contra el cabecilla Savalls obligándole a abandonar por la fuerza la ciudad.

10º) El 18 en Viladrau, donde lucharon de nuevo contra los hombres del cabecilla Savalls.

El General Savalls (carlista) junto al puente de  Besalú en Gerona.

Pepe era un soldado valiente al que no le importaba poner en riesgo su vida, y por ello ascendió rápidamente.  De hecho era considerado un soldado impulsivo, casi temerario. Un ejemplo práctico de ello lo relata Vicente Aguilella Rausell en su libro “El teniente General José Arrando Ballester. Historia de un soldado”, donde explica cómo su abuelita Carmen, hermana de Pepe le explicaba de pequeño que en una ocasión su tío José Arrando le había amosnestado duramente por el celo que ponía en sus acciones de campaña y porque había entrado él sólo, en un arranque de valor, en una casa donde vivían tres carlistas y los hizo prisioneros. Este hecho, que su tío José consideraba una temeridad, en lugar de un ascenso le valió un arresto y a punto estuvo de costarle sus galones de Sargento. Esto demuestra que su tío no sólo se preocupaba por su propio hijo, sino que también lo hacía por su sobrino.

Imagen: Soldados liberales de uniforme durante la Tercera Guerra Carlista.

En 1873, se encontró con su Regimiento en otras batallas en el Coll de Orenga, en el Cerco de la Pubilla y en las inmediaciones de Higuerasa. En esta ocasión no se encontraba bajo las órdenes de su tío puesto que éste había sido destinado a mandar otro Regimiento.

Grabado que representa una batalla entre ambos bandos durante la Tercera Guerra carlista.

De hecho en febrero de 1873 la guerra se intensificó debido a que se proclamó la Primera República y muchos de los partidarios monárquicos de la reina Isabel descontentos con el rumbo político de las cosas decidieron unirse al bando carlista (proclamando la insurrección cantonal en pro de la independencia). No en vano su primo-hermano Emilio había muerto por las heridas de metralla sufridas durante la insurrección cantonal de Valencia en agosto de 1873. Sin embargo, una vez restarurada la monarquía en la figura de Alfonso XII, hijo de la exiliada reina Isabel II, en diciembre de 1874, volvieron las aguas a su cauce y los monárquicos isabelinos restaron fuerzas a los ataques de los carlistas. Con lo que la balanza se volvió a decantar claramente a favor de los liberales.

Alfonso XII

El 2 de agosto de 1874, de nuevo bajo las órdenes de su tío como Brigadier luchó en diferentes batallas que tuvieron lugar en la zona de Cataluña, como en Grao de Olot, contra las facciones carlistas de Savalls, y el 21 de septiembre en Solsona, contra las fuerzas del cabecilla Velasco. 

Savalls Comandante  General de las tropas carlistas en Gerona, 22 de marzo de 1873, con sus oficales.

A finales de diciembre de 1874, Pepe fue ascendido a Sargento Primero y destinado al Primer Batallón Provisional de Lérida nº 42 que se encontraba en Cervera.


Foto antigua de Cervera.


Antiguo Grabado de la ciudad de Cervera en 1750 donde se pueden ver las murallas.


El 8 de enero de 1875, estando en Cervera, Pepe y su Batallón sufrieron un asalto de las facciones carlistas que querían entrar en la ciudad. En esta batalla, Pepe y su Batallón consiguieron repeler el ataque del enemigo, hiriendo a varios carlistas al capturarles 14 escalas con las que pretendían acceder por la muralla. Días más tarde, el 16 de febrero, los carlistas volvieron a atacarles pero trayendo refuerzos del grueso de las facciones carlistas de toda Cataluña. Ellos defendieron la ciudad con todas sus fuerzas. Y ello, le acarreó el ascenso a Alférez de Infantería y  que el rey Alfonso XII le premiase con la Medalla Conmemorativa de Cervera (medalla especialmente creada para tal ocasión) por su valerosa defensa de la ciudad.  

Medalla conmemorativa de la Batalla de Cervera del 16 de febrero de 1875.

A causa de este merecido ascenso, y para la imposición de la medalla, Pepe fue movilizado con su batallón a la Corte y más tarde destinado a Toledo, curiosamente donde su tío tenía establecido desde hacía poco tiempo su nueva residencia y, donde sin duda se encontrarían su tía y sus primas (esposa e hijas de José Arrando Ballester). Cabe decir que su tío José, por esta misma batalla en Cervera fue promovido a su vez a Mariscal de Campo. 

Estando en Toledo disfrutó de varios meses de licencia por haberse cumplido el tiempo estipulado y estuvo todo ese tiempo sin destino, tal vez los pasó en parte con su tía y sus primas que habían perdido el año anterior a su hermano Emilio.

 En noviembre de 1875 lo destinaron al Segundo Batallón de Toledo nº 39 y estuvo de operaciones en la provincia de Gerona formando parte del llamado ejército del Norte.

El año 1876 fue un año de éxitos militares para Pepe, ya que consiguió ser reconocido en varias ocasiones por sus logros militares en las diversas batallas en las que luchó, como:

1º) La batalla de Olot, donde tomaron las trincheras del enemigo y liberaron al pueblo de los carlista, el 29 de enero.

2º) La de Peña Plata y Altillos de Vera, el 18 y 19 de febrero, donde lograron echar al enemigo y establecer la paz en la zona.

Por estas dos batallas le concedieron la Medalla de Alfonso XIII con los tres pasadores correspondientes a las tres batallas: Olot, Peña Plata y Vera.

Imagen: de una medalla de Alfonso XII concedida en 1876, en los pasadores se reflejan el nombre de otras tres batallas.

3º) La batalla de Llora y sus alrededores, el 8 de abril. Por esta batalla se le concedió La Cruz Blanca del Mérito Militar.

Cruz Blanca del Mérito Militar

También este mismo año 1876, Pepe consiguió otro logro más: fue nombrado Benemérito de la Patria por haber participado en la última batalla carlista y haber contribuido así a la pacificación del país. Recibiendo por ello otra medalla.

Medalla de Benemérito de la Patria otorgada en 1876.

Sin embargo, al otro lado del Océano Atlántico se estaba librando desde hacía años otra contienda en Cuba conocida como Guerra Grande o Guerra de los 10 Años (1868-1878) y que fue el preludio de la  posterior Guerra Hispano-Americana y de la Guerra de la Independencia Cubana que avecinó el desastre de 1898 de la pérdida de las colonias españolas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Por ello, Pepe fue destinado como Alférez al Batallón Expedicionario a Cuba nº 6, que en realidad procedía del anteriormente conocido como Regimiento de Infantería de Toledo nº 39. 

Para poder llegar hasta Cuba, los hombres del Batallón se dirigieron primero a Logroño, donde permanecieron un tiempo de instrucción. De allí partieron, el 24 de septiembre, en ferrocarril hasta Santander, donde tomarían un barco. 

Imagen: soldados de infantería subiendo al tren para dirigirse al vapor que les llevaría a la isla de Cuba.

Una vez en el puerto de Santander, los hombres embarcaron a bordo del Vapor Correo “Gijón”, el 27 de septiembre. Sin embargo, y debido a un fuerte temporal que azotaba la costa, tuvieron que amarrar en el Ferrol, el 3 de octubre, y esperar a que el tiempo amainase; cosa que no sucedió hasta el día 6 en que volvieron a emprender el viaje rumbo a la isla de Cuba. 

Imagen: Vapor Correo “Gijón”

Llegaron al puerto de La Habana el 24 de octubre, después de un largo viaje. 

Imagen: Puerto de La Habana, foto hecha en 1850

Una vez en Cuba, su batallón es rebautizado inmediatamente con el nombre de Batallón de Arimao nº 36. Y el 29 de octubre vuelven a embarcar con dirección a Júcaro a bordo del vapor “Manila”. 

Al llegar a Júcaro, el 1 de noviembre, emprendieron la marcha hacia Holguín, situada en una zona muy conflictiva que se hallaba bajo dominio insurrecto (zona oriental de la isla).

Llegaron al día siguiente y se instalaron en la trocha de El Parque de Holguín hasta el día 9 de diciembre en que tuvieron que salir de reconocimiento por la zona. 

Imagen de la Trocha de El Parque de Holguín.

El día 16 de diciembre lucharon contra los insurrectos en la Batalla del Campamento de los Chuscones. Y el día 18 en la de San Andrés. 

Mapa de las 15 provincias cubanas

Sin embargo, la vida en las trochas era muy dura en aquella época. Los hombres estaban sometidos a extremas condiciones de vida: inhumanas en muchos casos, insalubres en todos. De hecho ya publicamos en los capítulos de las vidas de los hermanos Francisco y Emilio Arrando Cutanda cómo eran las condiciones de vida de los soldados españoles en las trochas. Recordemos por un momento cuál era la mayor causa de mortandad en la isla: la fiebre amarilla, llamada popularmente “vómito negro”. Y, lamentablemente, Pepe fue un caso más.

El bravo soldado, impulsivo, valiente hasta el extremo más arriesgado y temerario,  que jamás había sido herido en combate alguno, no murió en acto de guerra sino enfermo de fiebres amarillas. Él fue uno de los miles de hombres valientes que lucharon enfermos, exhaustos, febriles  y agonizaron, muriendo trágicamente.

Estimamos que murió muy joven, demasiado. Sólo llevaba 7 años, 7 meses y 26 días como soldado. Y tenía alrededor de 25 años.

Aunque no sabemos gran cosa de su vida privada, sólo que a pesar de su corta edad, ya era viudo y que probablemente tuviese varios hijos: Carmen, Bautista (1872/ + Onda 11-9-1938) y José (1875/+ Onda 17-5-1946)  Arrando Forés. Probablemente enviudase entre 1875 y 1877. Sin embargo, a pesar de los pocos datos con los que contamos,  no se puede negar su valentía y arrojo. Quién sabe si  hubiese llegado a igualar las hazañas y méritos de su propio tío, el Teniente General, que llegó al máximo grado del ejército español. La verdad es que cualidades no le faltaban.

Murió en Cuba, el 7 de agosto de1877,  por la zona de la provincia de  Holguín, catalogado con el número de baja 134 en la relación de bajas realizada en el mes de septiembre. Según, su familia, está enterrado en el cementerio de La Habana.


Fin

Lupe