jueves, 20 de junio de 2013

4.- Vida de Emilio Arrando Vilella (El hijo del General). Una joven y trágica muerte.


Vida de Emilio Arrando Vilella

O “la trágica muerte de un joven héroe”.


Firma de Emilio Arrando y Vilella, escrita en su matrícula universitaria del curso preparatorio de la Facultad de Derecho de Madrid,30 de octubre del año 1862. Con 13 años.

Nació en Balaguer, en la provincia de Lérida, el 21 de abril del  año 1849, lugar donde también nació su madre y, al parecer, vivían sus abuelos maternos.


Imagen: Balaguer (Lérida) fotos del siglo XIX

Era el único hijo varón del brillante y heroico oficial militar de infantería José Arrando Ballester,  nacido en Tales (Castellón), de 34 años de edad,  y de Carmen Vilella y Font de Balaguer (Lérida).

Tenía dos hermanas Carmen (la mayor) y Josefina (la menor).


Por aquel entonces su padre estaba en el Batallón de Cazadores de Tarragona nº 2 del ejército liberal isabelino como capitán y como segundo comandante operando en Cataluña durante la Segunda Guerra Carlista.

A los 8 años, 1857, Emilio inició sus estudios de segunda enseñanza elemental en el Instituto del Noviciado de Madrid, actual Instituto Cardenal Cisneros, creado en 1845, edificio situado en la calle de San Bernardo, que tenía su sede en el edificio de la Universidad Central.


Edificio de la Universidad Central y del Instituto de segunda enseñanza del Noviciado, Madrid.

Emilio era un buen estudiante, pero para poder estudiar en Madrid se trasladó a vivir a casa de su tío, Sebastián Vilella y Font, que vivía en una de las zonas más nobles e importantes de Madrid en la calle Carrera de San Jerónimo del barrio El  Sol, en la zona conocida como el barrio de las Letras y las Cortes de Madrid porque era donde vivían los literatos y donde estaba situado el edificio de Las Cortes.


Antigua fotografía de la calle Carrera de San Jerónimo de Madrid.

Antigua fotografía de la calle Carrera de San Jerónimo de Madrid.

Otra vista de la calle Carrera de San Jerónimo de Madrid.


Su tío Sebastián era hermano de su madre Carmen Vilella y Font. Fue militar, profesor y escritor y una persona muy cultivada. Fue: profesor de literatura castellana de la distinguida Escuela de Sorèze (Francia), director durante muchos años del Colegio politécnico de Madrid, Bachiller en Lletres por la Universidad de París, profesor de latín,  regente de retórica y poética, (según el prólogo de uno de sus libros) profesor de lengua francesa por su Majestad (es decir con título expedido por el rey), catedrático en varios colegios de Madrid, y autor de varias obras como:
- Repertorio de cartas francesas para el uso de personas que estudian el francés.
- Clave castellana para aprender la lengua francesa.
- Nueva Conjugación de los verbos franceses.
- Filosofía e historia, dedicada a Su Majestad el Rey.
- El Corbonán o el Tesoro del templo (obra teatral en 5 actos).
- El círculo cuadrado.

Tapas interiores de algunos libros escritos por Sebastián Vilella y Font.




El caso es que su tío vivía en el piso principal de la casa Rivas, un edificio que mandó construir Francisco de Rivas en 1846 al arquitecto José Alejandro y Alvárez con la apariencia de un palacio clásico italiano de cinco plantas. Hasta 1951 fue un edificio residencial y actualmente es un edificio muy conocido que sale en prensa o en televisión a diario por ser las dependencias del Congreso de Los Diputados y formar parte del complejo de cinco edificios que forman el Congreso.
 




Casa de Rivas. Domicilio temporal de Emilio en casa de su tío.

Fotografía actual de la casa Rivas.

En su expediente académico constan las siguientes notas obtenidas en la segunda enseñanza elemental en el Instituto del Noviciado:
Latín: Primer año (1857-1858): Notable
Latín: Segundo año (1858-1859): Notable
Geografía (1858-1859): Mediano
Ganó religión y lectura.
Gramática griega (1859-1860): Sobresaliente.
Historia General (1859-1860): Sobresaliente.
Primero de matemáticas (1859-1869): sobresaliente.
Segundo de francés (1859-1869): Notable
Ganó religión.
Segundo de griego (1860-1861): Notable.
Retórica y poética (1860-1861): Notable.
Segundo de matemáticas (1860-1861): Sobresaliente.

El año 1861-1862, con doce años ingresó en el Instituto de Primera Clase de San Isidro (el centro educativo más antiguo de Madrid, creado en 1609 aunque el edificio es aún más antiguo, situado en la calle Toledo número 39). Centro que anteriormente había sido un colegio jesuita y que en 1834 se convirtió en un centro de Reales Estudios.

Grabado del Instituto de Primera Clase de san Isidro, Madrid.


Allí realizó sus estudios de segunda enseñanza de ampliación y obtuvo su título de Bachiller en Artes (registrado con el número 70, folio 260).



Título de Bachiller en Artes de Emilio Arrando y Vilella obtenido en el Instituto de San Isidro de Madrid, año 1862.

Para obtener este título tuvo que, además de superar toda la segunda enseñanza, realizar tres pruebas escritas ante tres tribunales diferentes.

En su expediente académico constan las siguientes calificaciones :
Lógica (1861-1862): mediano.
Historia Universal (1861-1862): Mediano.
Física y Química  (1861-1862): Mediano.

Curiosamente, los profesores de ambos Institutos junto con los de la Facultad de Filosofía constituían un sólo Claustro presidido por el Decano de la Facultad de Filosofía y el catedrático de economía.


Acta emitida por los tres tribunales para obtener el título de Bachiller tras superar las tres pruebas escritas. En ella constan las calificaciones de toda la enseñanza elemental en ambos Institutos.

Tras obtener el título, Emilio se matriculó en la Universidad Central (1862-1863), situada en el mismo edificio donde ya había estudiado anteriormente.

El primer curso se matriculó en la Universidad de Ciencias de las siguientes materias: complemento de Algebra, Geografía, Física, Química y Zoología; pero como deseaba estudiar Zoología y química  a la vez y ambas materias eran incompatibles por horario tuvo que abandonar Química a favor de Zoología.

Sin embargo, tal y como les pasa a muchos estudiantes hoy en día, una vez iniciado el curso, Emilio cambió de opinión y decidió cambiar el rumbo de sus estudios por los de derecho en la Facultad de Filosofía y Letras. Por ello,  Emilio escribió una solicitud pidiendo poder matricularse en la materia de Historia Universal y ser aceptado en el curso preparatorio de derecho.

Carta escrita por Emilio de su puño y letra con 13 años, en 1862.
A V.S.
Don Emilio Arrando y Vilella, Bachiller en Artes a Vuestra Excelencia con el mayor respeto expone:
Que teniendo en la Secretaria de la Universidad Central una solicitud aprobada por el Sr. Director de Instrucción Pública para que pueda matricularme en el año preparatorio de derecho.
A V. S suplica se sirva a disponer se le matricule del modo y según las condiciones que en ella se expresan, gracia que espera merecer de la bondad de V.S.
Madrid, 6 de noviembre de 1862.
Esta carta obtuvo respuesta dos días más tarde del Rector de la propia Universidad permitiendo la matrícula.


Documento de secretaria donde se refleja el cambio de expediente de la Facultad de Ciencias a la de Filosofía y Letras, curso introductorio al derecho con complemento de ciencias. También se puede ver su domicilio.



O sea que Emilio a la edad de 14 años ya había realizado estudios universitarios en la Facultad de ciencias y en la Facultad de Filosofía y Letras de la universidad Central (ambos expedientes constan en el Archivo Histórico Nacional catalogados con las referencias 6353, Expediente 8 y 5277, Expediente 15). Ambos estudios universitarios realizados en los años 1862 y 1863. Sin embargo, Emilio era hijo de militarl  y decidió seguir los pasos de su padre e ingresar en la academia militar (ya que como hijo de oficial se lo podía permitir) para ser soldado de carrera.





Ese mismo año, el 16 de junio de 1863, ingresó voluntariamente como cadete en el ejército en el cuerpo de infantería. Tenía tan sólo 14 años. Por ello estuvo estudiando en la academia militar de Valencia y destinado como cadete al Regimiento de infantería de Gerona, destinado allí, durante un total de  1 año, 6 meses y 15 días.



A finales de abril del año 1864, pasó a formar parte del Regimiento de Borbón donde permaneció hasta final de julio de 1865 que pasó al Regimiento de Sevilla. En diciembre de ese mismo año, 1865, pasó a formar parte del Regimiento de Mallorca.



En 1866, estuvo en Valencia hasta finales de año de servicio ordinario con el Regimiento de Mallorca al que pertenecía.


El 1 de enero de 1867, ascendió a Alférez y fue destinado al Regimiento de Infantería de Guadalajara  hasta finales de mayo en que pasó a formar parte del Batallón de cazadores de Baeza.  Durante ese mismo año, desempeñó el cargo de instructor de los quintos que llegaban a su Regimiento.

Imagen: Uniforme de Infantería de Regimiento de Cazadores.

En diciembre  de ese mismo año 1867, pasó a formar parte del Regimiento de  Granada que operaba por la zona de Cartagena.


Durante todo el año 1868, Emilio estuvo operando de guarnición en la zona de Cartagena hasta el 3 de julio en el que se le concedieron cuatro meses de Real Licencia para atender asuntos propios en la provincia de (Castellón), concretamente en Tales; lugar donde había nacido su padre y se hallaba parte de su familia. Dicho permiso le fue concedido por Real Orden el día 4 de abril, pero no fue hasta el 3 de julio cuando se inició. Para poder cumplirlo se le asignó medio sueldo del total del sueldo de Alférez.


El 1 de septiembre de 1868, con tan sólo 19 años, Emilio ascendió a Teniente. Sin embargo, no pudo disfrutar de la totalidad de dicho permiso debido a que tuvo que reincorporarse anticipadamente, el 21 de septiembre, al servicio activo a causa del llamado Alzamiento Nacional.
En dicho Alzamiento Nacional, conocido como Revolución de Septiembre de 1868 o popularmente como ”La Gloriosa”, se produjo una revolución popular que tuvo como primera consecuencia el derrocamiento de la reina Isabel II, producida a causa de: la crisis política aparecida durante su reinado como consecuencia del incumplimiento reiterado y sistemático de la Constitución  (de carácter conservadora) de 1845 por parte de la corona; por la preferencia política de la reina que favorecía descaradamente al partido moderado, despreciando la opinión de los electores; por el desgaste del partido moderado tras 20 años en el poder e innumerables escándalos políticos; y  a que la única alternativa para los progresistas eran definitivamente los golpes militares.
Esta revolución se originó, poco a poco y en los años anteriores, en el sector de la burguesía, pero se extendió rápidamente entre las clases populares por el descontento generalizado producido por las malas condiciones de vida y por las crisis agrícola, comercial y económica. Por ello los progresistas, capitaneados por los generales Prim y Serrano, nombraron una asamblea constituyente bajo la dirección de un gobierno provisional.
El 12 de septiembre el Almirante Topete se sublevó en Cádiz dando inicio a La Gloriosa. Dos días más tarde Prim se hizo cargo de la situación y nombró una Junta revolucionaria para controlar la ciudad. En dicha Junta se proclamó un manifiesto con los principios básicos de la sublevación: sufragio universal, libertad de imprenta, abolición de la pena de muerte, de las quintas, supresión del impuesto de consumos y elección de unas Cortes constituyentes con el objetivo de decretar una nueva Constitución.
Imagen: Jefes del Alzamiento Republicano Federal de España de 1869: Fermín Salvochea, Francisco Suñer y Capdevila, Adolfo Joarizti, José Paúl y Angulo, Pedro Caymó y Bascós, José Antonio Guerrero, Enrique Romero, Froilán Carvajal, Rafael Guillén. Dibujo y litografia de  Andrés de Salas.
El 30 de Septiembre la reina Isabel II, que veraneaba en Lequeitio, se exilió en Francia sin renunciar a la corona. Y a principios de octubre se constituyó en Madrid un gobierno provisional dirigido por Serrano y en el que Prim ocupaba el Ministerio de Guerra. Dicho Gobierno provisional restauró la monarquía  en la figura de Amadeo I de Saboya, para cumplir con los ideales democráticos de una soberanía nacional bajo una monarquía parlamentaria.
Además, el gobierno provisional tuvo que enfrentarse con el agravamiento de la situación política causada por la insurrección cubana que dio inicio a la conocida guerra de “Los Diez Años”.
Imagen: El Gobierno Provisional en 1869. De izquierda a derecha: Laureano Figuerola, Ministro de Hacienda; Práxedes Mateo Sagasta, Ministro de Gobernación; Manuel Ruiz Zorrilla, Ministro de Fomento; Juan Prim, Ministro de la  Guerra; Francisco Serrano, presidente del Gobierno Provisional; Juan Bautista Topete, Ministro de Marina; Adelardo López de Ayala, de Ultramar; Antonio Romero Ortiz, Ministro de Gracia y Justicia; y Juan Álvarez Lorenzana, Ministro de Estado. Foto de J. Laurent.
Imagen: Juan Prim. Ministro de la Guerra foto realizada en 1869
A causa de este alzamiento nacional, el joven  Emilio tuvo que reincorporarse a su Regimiento en Valencia el 21 de septiembre de 1868, cuando aún no había podido disfrutar de la totalidad del permiso que le había sido concedido.
El día 1 de octubre salió con una columna bajo las órdenes de su padre, el  por aquel entonces Teniente Coronel D. José Arrando Ballester,  con el objetivo de patrullar por la provincia de Alicante, Gandía y toda la huerta valenciana.
Imagen: Grabado de Alicante en 1868
En 1869, el 13 de enero, con tan sólo 20 años, Emilio ascendió a Subteniente de Infantería (según la Real Orden del 2 de enero de 1869 publicada en el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra de ese mismo año).
Imagen: Recorte de prensa que hace referencia al  nombramiento. Publicado en “La España” el día 13.1.1869
Durante 1869, estuvo de guarnición en Valencia donde tuvo que prestar juramento de fidelidad a la Constitución.  El día 10 de mayo salió con  la columna de su padre de operaciones por la zona del Maestrazgo hasta el 10 de agosto en que salió de la Cenia de Rusell en dirección a Castellón y más tarde a Morella, portando órdenes a sus superiores  bajo la forma de pliegos cerrados.
Una vez hubo llegado a Morella, se incorporó a otra columna, comandada por el Coronel Chilvé, y allí estuvo sofocando una insurrección carlista. Una vez sofocada,  el 3 de octubre, pasó de guarnición a Alcañiz bajo las órdenes del Brigadier José Belarde y participó en el sitio de Valencia donde contrajo una Cruz Roja del Mérito Militar de 1ª Clase por su actuación heroica al defender el día 11 de octubre las calles de Murviedro (Sagunto).
Imagen: Dibujo de una Cruz Roja de Primera Clase del Mérito Militar. La suya se le concedió el día 12 de octubre de 1869 por la defensa heroica de las calles de Murviedro el día anterior.
Más tarde se incorporó a la columna militar de su padre, el Teniente Coronel José Arrando con once hombres más en la provincia de Alicante y de allí pasó a Cartagena donde permaneció hasta finales de año en que fue destinado al Batallón de Cazadores de Alcántara donde permaneció tan sólo cinco meses.
El año 1870 supuso un año de diversos cambios de Regimientos y destinos. En enero se incorporó a su nuevo Batallón (el Batallón de cazadores de Alcántara) situado en la zona de Madrid. Y en él estuvo hasta el 5 de marzo, fecha en que pasó destinado al Regimiento de Burgos hasta finales de mayo. Seguidamente fue destinado al Regimiento de la Reina y más tarde estuvo de guarnición en la zona de Barcelona por haber entrado a formar parte del Primer Batallón de Aragón hasta fin de junio y continuó allí hasta finales de año, pero estando entonces en el Segundo Batallón desde finales de junio hasta diciembre.
Entre 1871 y 1872 fue nombrado encargado de la escuela de alumnos del Regimiento.
A principios de 1871 se encontraba aún en Barcelona con el Segundo Batallón, hasta que a finales de febrero pasó de nuevo a formar parte del Primer Batallón del Regimiento de Aragón.
En marzo de ese mismo año, 1871, estuvo de guarnición en Morella y a finales de mes salió de operaciones a las órdenes del Teniente Coronel José Regueras a socorrer varios pueblos del Maestrazgo. Tras lo cual volvió a Morella el día 28 de marzo  y volvió a salir de allí de patrulla el día 5 de abril con el mismo objetivo. El día 16 de abril regresó de nuevo al mismo lugar. Y al día siguiente fue destinado a Valencia con la misma intención de que siguiese patrullando y socorriendo los pueblos de la zona. El día 9 de junio marchó de partida en persecución de malhechores con lo que tuvo que permanecer en el pueblo de Moncada hasta el 6 de julio, fecha en que regresó a Valencia de guarnición hasta finales de agosto.

Ese mismo año tuvo que prestar juramento de fidelidad y obediencia al nuevo rey implantado como candidato por el General Militar y Ministro de la Guerra del Gobierno Provisional, Juan Prim, es decir, al rey Amadeo I de Saboya, primer Rey de la Monarquía Española Parlamentaria.



Imagen: 
Duque de Aosta o Amadeo I de Saboya, rey constitucional de España. Escogido con 191 votos a favor de un total de 334. Dicha votación se realizó en las Cortes el 16 de noviembre de 1870 y fue proclamado rey el 2 de enero de 1871, después de jurar ante el parlamento

El 12 de septiembre, Emilio pasó al Regimiento de Infantería de Burgos nº 36 que operaba en Lérida y allí permaneció de guarnición hasta finales de octubre, al pasar destinado al Segundo Batallón hasta final de año.


Con 23 años, en febrero de 1872 pasó al 2º Batallón Provisional con destino a la isla de Cuba como supernumerario. Allí se estaba desarrollando la conocida como “Guerra de los Diez Años”. Por ello embarcó el día 10 a bordo del Vapor Correo Extraordinario en el Puerto de Cádiz y desembarcó el día 26 en el puerto de Santiago de Cuba. Allí en la guerra en Cuba estuvo un total de 11 meses y 5 días hasta febrero de 1873.


El 3 de abril de ese mismo año, salió de campaña y quedó destacado. El 30  de noviembre se encontró  en la acción del sitio de la “Fontina” donde él y su Batallón lograron  desalojar al enemigo. El 10 de diciembre en la de “Ojo del Agua” donde tomaron a bayoneta las provisiones del enemigo continuando de operaciones de campaña.
Imagen: “Ojo del Agua”, situada en el Salvador, Guantánamo (Cuba). Foto realizada años más tarde, el 29 de marzo de 1880.



El 8 de febrero de 1873 se encontró con su Batallón en plena contienda, abriéndose fuego entre los soldados españoles y los mambís o milicianos cubanos en la zona conocida como Potrero de Filipinas. Los españoles lograron ahuyentar al enemigo que huyó en precipitada fuga.
Imagen: Soldados españoles en Cuba.
Imagen:
Soldados mambís (cubanos) a caballo


A finales de febrero, los destinan de nuevo a la Península como ayudante de su padre, José Arrando Ballester, por entonces ya Brigadier, Segundo Cabo de la Capitanía General de Valencia y Gobernador Militar de Valencia.


El 14 de julio  de 1873 se proclamó el Cantón murciano en Cartagena, es decir una rebelión republicana que buscaba la independencia.  Y tropas armadas entraron en la ciudad.

Imagen: Tropas centralistas entran en Cartagena para sofocar la rebelión cantonal 1873


El espíritu cantonal se extendió como la pólvora entre los pueblos cercanos. Así que pocos días más tarde, el 17 de julio, sucedió lo mismo en Valencia, aunque su instauración oficial no tuvo lugar hasta el día 20.

Mientras el General Manuel Pavía desarrollaba operaciones militares en Andalucía para acabar con el movimiento cantonal del Sur del país. El General Arsenio Martínez Campos dirigía sus tropas para sofocar la rebelión de Murcia y Valencia.
Imagen: General Manuel Pavía (izquierda) y
General Arsenio Martínez Campos (derecha).


Por ello el 24 de julio las tropas centralistas del ejército del General Martínez Campos entraron en Catarroja, próxima a Valencia. Donde fueron repelidos por los rebeldes  y sufrieron  3 muertos y 5 heridos. Mientras que los milicianos que defendían la ciudad tan sólo tuvieron 1 muerto y 3 heridos.
Como las murallas de la ciudad de Valencia habían sido derribadas en su mayor parte 8 años antes. La Junta cantonal organizó la defensa de la ciudad con barricadas, parapetos y reforzando todas las entradas con cañones. Además prohibió que todos los hombres en edad de combatir salieran de la ciudad para evitar posibles deserciones.
Foto de la ciudadela de Valencia antes de la demolición de sus murallas en el siglo XIX



El general Martínez Campos estableció su cuartel general en Quart de Poblet y el sábado, 2 de agosto de 1873, empezó el bombardeo de Valencia por parte de los soldados centralistas desde Chirivella, situado a dos kilómetros al Oeste de la capital. Y los milicianos cantonales respondieron al fuego bombardeando a su vez desde uno de los pocos trozos que quedaban en pie de la antigua muralla, la puerta de Torres de Quart.
 

El bombardeo de la ciudad fue cada vez más preciso y empezó a causar el pánico y el desánimo entre la población. Cosa que hizo germinar la idea de la rendición entre una parte de la población.

El bombardeo y el fuego cruzado duró entre ambos bandos un total de 13 intensos y largos días. Y el último día antes de que la ciudad se rindiese a las tropas centrales (5 de agosto de 1873), el Teniente Emilio Arrando Vilella fue herido a temprana hora en una pierna por la explosión de una granada en el sitio de Valencia. Ese día hubo un total de 7 muertos, 36 heridos y 26 contusos entre las tropas centralistas.

Emilio, herido suponemos de gravedad, fue retirado del campo de batalla para ser atendido junto al resto de los heridos. Mientras su padre, el Brigadier Arrando, continuñó cumpliendo con su deber en el campo de batalla.

Ese mismo día, 5 de agosto de 1873, una comisión intermediadora logró paralizar provisionalmente los bombardeos hasta las 12 del mediodía para mediar entre ambas partes y organizar las condiciones de capitulación de la ciudad. La Junta cantonal se decantó a favor de la rendición y entrega de las armas a cambio del indulto. Mientras que un sector más radical de milicianos se dirigieron al vapor Matilde para dirigirse a Cartagena y continuar desde allí la lucha rebelde. Acto seguido la Junta cantonal izó una bandera blanca en el Miguelete, la torre más alta de toda la ciudad.

Seguidamente, el general Martínez Campos entró en la ciudad a través de las Torres de Quart donde ocupó con sus mandos el edificio de la Capitanía General.
Imagen: Noticia de prensa publicada en el diario “La discusión” el 14 de agosto de 1873


Emilio fue conducido al Hospital Militar de la Capitanía General donde se le atendió durante casi un mes. Sin embargo, murió el 2 de septiembre de 1873 en ese lugar probablemente debido a alguna infección contraída durante su convalecencia. Tenía tan sólo 24 años.


El 10 de Septiembre se le comunicó a su padre por escrito.

Murió soltero y sin descendencia.
Fin

 
Lupe