jueves, 20 de junio de 2013

5.-Vida de Emilio Arrando Cutanda. Parte I

Vida de Emilio Arrando Cutanda O “de heroico soldado a decidido comercial”

Imagen: Foto de Emilio Arrando Cutanda con el uniforme de la Guerra de Cuba 1895. Cedida por su nieto Emilio.
Nació en Ayódar, pueblo de la provincia de Castellón, el 17 de agosto de 1863. Quinto hijo legítimo y varón de Francisco Arrando Pradells y de Doña Regina Cutanda Casanova. Su padre nació en Tales y era maestro de escuela. Su madre se dedicaba a sus labores.

Tenía cuatro hermanos varones (Francisco, Enrique, Cipriano y Vicente) aunque desconocemos si también tenía hermanas.




A los 17 años, el 23 de octubre de 1880. Ingresó voluntariamente en el ejército en la sección de Infantería estando ya su hermano mayor Francisco en el mismo cuerpo ya que éste había ingresado de igual manera en 1870. Tras ingresar le destinaron a Barcelona al Batallón de Cazadores de Mérida nº 13 desde el 23 de octubre de 1880 hasta el 31 de mayo de 1881, fecha en que marchó a Valencia destinado al regimiento de Infantería de San Fernando nº11.

Imagen: firma de Emilio Arrando Cutanda de su expediente militar

Estando de guarnición en Valencia, el 1 de febrero de 1882 fue ascendido a Cabo Segundo por elección y el 1 de mayo a Cabo Primero de Infantería de nuevo por elección de sus superiores.


Ese mismo año, el 12 de septiembre 1882, ingresó en la Academia Militar del distrito de Valencia. Sin embargo solicitó poder dejarla para reincorporarse al ejército el 5 de marzo de 1883. Cosa que le concedieron y, por ello, fue destinado como guarnición al regimiento de Alicante hasta el 17 de noviembre, fecha en que pasó a ser destinado a Albacete. El 27 del mismo mes se trasladó a Alcoy y el 18 de diciembre pasó a Villena y de aquí el 22 a Aranjuez en donde terminó el año de servicio ordinario.
En 1884, estuvo de guarnición en Aranjuez. El 15 de marzo de ese mismo año, ascendió a Sargento 2º de Infantería Y el día 1 de abril pasó de guarnición a Toledo donde terminó el año.



En Toledo, en 1885, y con 23 años de edad, le fue concedida una Cruz Blanca sencilla del Mérito Militar por los servicios prestados durante una epidemia de cólera. Más tarde, el 24 de octubre pasó de guarnición a Madrid y terminó allí el año.

Imagen: Cruz Blanca sencilla del Mérito Militar



Con 23 años, el 2 de abril de 1886, pasó al Pardo a practicar la instrucción del tiro regresando a Madrid el 23, donde quedó de servicio ordinario hasta fin de agosto. Y después se incorporó al batallón de reserva nº 57 de Murcia capital, estando de servicio ordinario el resto del año.


Entre los años 1887 y 1889 estuvo prestando servicio en Murcia hasta el 28 de mayo, fecha en que fue destinado al Regimiento de Infantería de la Princesa nº 4. Pero el 1 de junio de nuevo pasó a estar destinado en la plantilla de tropa del Cuadro de Reclutamiento de Murcia nº 29.

Imagen:  Extracto del Diario Oficial de la Guerra nº 163, página 1224 donde se publica el reenganche del Sargento Emilio Arrando Cutanda al cuadro de reclutamiento de Murcia nº 29.
Con 27 años estando en Murcia, conoce a una joven de la capital llamaba Isabel Herrero Martínez (hija de Vicente Herrero Celdrán y Vicenta Martínez Pérez). Juntos tienen un hijo natural al que ponen por nombre Emilio Eulalio Arrando Herrero, que nació el 25 de noviembre de 1890 en  la calle de San Antonio nº 20 de la capital y fue bautizado en la iglesia de Santa Eulalia el 27 de ese mismo mes. Este hecho es el que presuntamente une a Emilio Arrando Cutanda a la tierra murciana hasta el fin de sus días, a pesar de tener a su familia lejos de él,  en las provincias de Castellón y Valencia.


Imagen: partida de bautismo de su primer hijo.
Extracto del libro de bautismos de la Parroquia de Santa Eulalia de Murcia, página 159 donde explica que  su primer hijo, Emilio, nació el día 25 de agosto de 1890.

El 1 de julio de 1892 pasó al Regimiento de Infantería Guadalajara nº 20 quedando en la plantilla de tropa de la zona de Murcia nº 46 hasta el 13 de junio de 1895.

El 4 de agosto de 1892, con 28 años, Emilio se casó en la Iglesia de san Andrés de Valencia capital con Doña Regina Milagros Ripollés y Cutanda, de 22 años de edad. Ambos eran solteros. Ella había nacido en Manuel (Valencia), aunque vivía en Valencia capital con sus padres, Ignacio Ripollés y Dolores Cutanda, ambos nacidos en Fresneda y Benages, respectivamente.

Imagen: Foto de Regina Milagros Ripollés Cutanda






Iglesia de San Andrés de Valencia, una de las más antiguas de la ciudad que fue edificada tras la reconquista sobre una mezquita.

El hecho de que ella, aunque llamada familiarmente Milagros, se llamase en realidad Regina Milagros (como la madre de él), llevase el mismo apellido que la madre de él y su madre fuese natural de Benages, lugar donde habían vivido vivido los padres de él (Mas de Benages) por haber sido él maestro de Vistabella y Benafigos, hace presuponer que ambos fueran primos, aunque entre los documentos no se ha encontrado ninguna dispensa papal matrimonial, aunque bien podría haber existido ya que en su expediente militar no consta ningún documento personal anexo como acta de matrimonio, etc. En el momento de la boda, su padre Francisco Arrando Pradells ya era viudo, aunque se desconoce desde qué fecha (sabemos que ya lo era en 1890) y se había jubilado el 3 de marzo de ese mismo año.

Imagen: Extracto del Diario Oficial  de la Guerra publicado el 29 de mayo de 1898 con su ascenso a Segundo Teniente.

El 13 de junio de 1895 se incorporó al Regimiento de Valencia con motivo de haber sido destinado al 1r Batallón de Cuba para ir a la guerra.

Pero  no habiéndole correspondido marchar con este Batallón debido a una rectificación en el sorteo,  regresó de nuevo el 28 de junio a Murcia donde  creemos que vivía con su esposa.

Imagen:
Recorte de prensa publicado en el Diario de Murcia el 24-6-1895


En fin de octubre de 1895 fue baja por habérsele concedido el empleo de 2º Teniente de Infantería de la escala de reserva retribuida con la antigüedad del día 27 de julio anterior. Por ello obtuvo colocación en el 1r Batallón del Regimiento de Infantería de Sevilla nº 33 expedicionario a Cuba al que se incorporó a su debido tiempo en Cartagena donde quedó de guarnición hasta el 22 del citado mes de noviembre que, destinado su Batallón al distrito de Cuba, embarcó con él en el puerto de Cartagena  a bordo del vapor San Agustín.




Imagen:Extractos de prensa publicados en el Diario de Murcia el 7-10-1895 y el 10-10-1895  con su nombramiento como Segundo Teniente (fueron ascendidos como tal 161 Sargentos en total). 
Imagen: Familiares y curiosos despidiendo a las tropas españolas junto al vapor San Agustín en uno de sus viajes
 (13-02-1896)
Imagen:Tropas formadas en cuadro, antes de desfilar hacia el muelle, esperando embarcar para Cuba un año después (13-02-1896)


Imagen: Extracto del Diario Oficial de la Guerra publicado el 30-10-1895 con el destino que le fue asignado en el regimiento de Sevilla nº 33.







Imagen: Foto del vapor San Agustín
El 12 de diciembre, desembarcó junto con el resto de la tropa en Júcaro, en el sur de la isla de Cuba. Y allí en dicho lugar permaneció de operaciones de campaña por la trocha militar hasta fin de año.

Imagen:
Escena del desembarco en Cuba de las tropas españolas
 Allí fue destinado a una de las zonas más conflictivas y estratégicas de la Isla de Cuba cerca de la línea fronteriza a partir de la cual era zona con predominio insurrecto. En la zona conocida como la trocha de Júcaro a Morón.




Imagen donde se muestran las zonas de predominio español a favor del colonialismo  (verdes) y las zonas con predominio insurrecto (anaranjadas). Las líneas amarillas corresponden a límites de provincias y las blancas a cada una de las tres trochas que se crearon.
Las trochas en la guerra de Cuba, eran unas fortificaciones unidas trazando un recorrido que dividía la isla en varias secciones de Norte a Sur. Estas construcciones fortificadas se construían con tablas de troncos de palma usando las hojas y troncos de éstas como paredes y tejado. Los soldados las construían abriendo camino entre la maleza de la manigua (el campo cubierto de densa vegetación tropical) y después las defendían evitando así que los rebeldes independentistas de la zona oriental se acercasen a la mitad occidental de Cuba, donde se hallaban la mayoría de las grandes haciendas que eran propiedad de los más acérrimos defensores de la colonia.

La trocha de Júcaro-Morón tenía unos 75 km de recorrido, aproximadamente. Y se convirtió en la más desarrollada y guarnecida de la isla, con unos 70 km de puntos fortificados, tenía un fuerte cada 1.000 m, y cada 500 m, un punto de resistencia o "blocao" (blockhouse). En Ciego de Ávila, localidad situada en el sector central de la Trocha, seis piezas de artillería montadas sobre vagones-plataforma de ferrocarril estaban listas para ser remolcadas hacia cualquier punto de la línea que fuera atacada usando una vía estrecha que discurría en paralelo a la zona militar de defensa. En el punto intermedio de la trocha, conocida como Ciego de Ávila, había una sola brigada que siempre tenía que estar en movimiento para protegerla. La línea férrea estaba defendida solamente por dos Compañías del Batallón de Reus y un Escuadrón de Caballería y la Guardia Civil, pero cabe señalar que casi todos los defensores estaban enfermos. A la trocha la rodeada una valla de madera de jiqui, terminada en afiladas puntas. Los fortines están dispuestos en tal forma que cada calle de la trocha podía ser batida por dos de ellos.



Imagen de las principales trochas de la guerra de Cuba. A) Trocha de Mariel-Majana, construida para proteger la capital, B) Trocha Júcaro-Morón, en el límite de la zona insurrecta. C) rocha de Bagá, inacabada.

La vida en la trocha era muy dura porque los soldados estaban en continua construcción y defensa de la trocha, es decir estaban exhaustos. Ya que para crear las trochas fortificadas hubo que talar la manigua, tender vías de ferrocarril de campaña, trazar caminos, tender alambradas, cavar fosos, construir fortines, puntos de resistencia, hospitales de campaña, puestos de socorro, estaciones telegráficas, líneas telefónicas y proyectores para iluminar los sectores bajo vigilancia,…
Dibujos de la prensa antigua de un corresponsal enviado a la trocha de Júcaro-Morón. Durante los años 1896 y 1897 se finaliza la obra de fortificación de la trocha que cuenta sólo entre el tramo de Júcaro a San Fernando con 68 fuertes separados 1 km entre sí, con 67 blocaos situados a 500 m. de cada fuerte y 401 puestos de escucha, tres en entre cada blocao y fuerte




Además la fatiga y la insalubridad hicieron de ellas un matadero. Las ramas y la maleza se pudrían con el sol y la lluvia y se convertían en foco de gérmenes. Durante los años que duró la guerra de la independencia de Cuba, los miles de hombres que allí lucharon lo hicieron enfermos y bajo un sinfín de calamidades, siempre en constante lucha con las enfermedades como la fiebre amarilla o la malaria.

He aquí una fotografía de la torre heliográfica existente en la trocha de Júcaro-Morón, concretamente en Ciego de Ávila, que servía al Ejército Español para mantener la comunicación a lo largo de toda la trocha, usando un heliógrafo para comunicarse entre diferentes torres de trochas.


Heliógrafos. El heliógrafo era el  instrumento de comunicación entre trochas que se empleaba para enviar  mensajes en clave Morse usando los reflejos del sol.
Durante el año 1896, Emilio estuvo de operaciones en la trocha militar de Júcaro a Morón a las órdenes del Teniente Coronel D. Lorenzo Roldán. Durante la noche del 7 de marzo sufrió un ataque insurrecto en Morón.

El 29 de julio pasó a formar parte del 2º Batallón del Regimiento de Infantería Alfonso XIII que se encontraba en Ciego de Ávila y en este lugar permaneció hasta el día 19 de noviembre que salió con una brigada a patrullar defensivamente la trocha de Júcaro-Morón a las órdenes del Coronel D. Enrique Réso y fueron atacados en varias ocasiones por el enemigo. El día 19, cuando la columna se hallaba a la altura de Ranchuelo y Chambas. El 20 en Guardarropa, Aroseo Lima y Pino Corcobao. El 22 en Deslao, Gabrieles y La Laguna. El 23 y el 24 en La Línea. El 25 en Anguillero y Nongué. El 28 en La Laguna. Y el 29 de nuevo en la Línea regresando de camino a Morón. El día 30 llegaron a Morón y se disolvió la columna, por ello fue mandado de nuevo a Ciego de Ávila donde prestó servicio con su compañía en servicio ordinario hasta fin de año.
Soldados españoles defendiendo las trochas.

Fotografía del fortín de La Laguna donde fue atacado por los rebeldes independentistas cubanos

Durante gran parte del año 1897, continuó en el poblado de Ciego de Ávila prestando el servicio de compañía y auxiliando los trabajos de fortificación de la trocha militar de Júcaro a Morón.

El 1 de febrero pasó a la plana mayor del batallón en virtud de haber sido nombrado abanderado del mismo.

Emilio Arrando Cutanda en 1897, en Cuba, fotografiado por los fotógrafos Otero y Colominas que inmortalizaron el conflicto militar hispano-cubano. Foto cedida por su nieto Emilio.

El día 29 de septiembre se organizó un convoy que se trasladó a San Nicolás al mando del Coronel de su regimiento D. Joaquin Arjona. Al día siguiente fueron tiroteados por 200 enemigos en Faro del Río de la Guinea y Enayabo que se hallaban atrincherados y ocultos en la Camagua. Los soldados españoles lograron desalojarlos de las trincheras y pudieron así continuar su marcha, llegando por fin hasta el esperado fuerte y regresar después al campamento central de Ciego de Ávila, el 1 de octubre.

El 30 de diciembre Emilio condujo como oficial un convoy con el Batallón de Cazadores de Reus y a las órdenes del Teniente Coronel D. Rogelio Ariño hacia Río Grande donde pasó el resto del año.

Imagen de un convoy atravesando el río.

En 1898, permaneció en Río Grande, La reforma y Gil Herrera, hasta el 26 de enero que regresó a Ciego de Ávila donde quedó prestando el servicio de campaña, a la vez que seguía patrullando por la trocha de Júcaro a San Fernando hasta el 14 de abril. Ese día obtuvo una licencia de 2 meses por asuntos propios por llevar dos años en servicio de campaña en la trocha y por ello se marchó a la capital, La Habana para embarcar hacia San Juan de Puerto Rico. A la misma vez, y por el mismo asunto, se le concedió una Cruz de Primera Clase del Mérito Militar sencilla con distintivo rojo y otra del mismo tipo por los servicios prestados en la trocha.
Extracto del Diario de Murcia con la concesión del permiso de dos meses. Se publicó más tarde, el 28 del 6 de 1902.

Cruces de Primera clase del Mérito Militar con distintivo rojo, otorgadas en 1898

Sin embargo, Estados unidos había declarado la guerra a España por el hundimiento del acorazado Maine en Cuba el 25 de abril de ese mismo año, 1998. Por lo que estando de permiso en el pueblo de Fajardo de Puerto Rico, la escuadra Americana bombardeó la isla de Cuba, con lo que a pesar de quedarle un mes de permiso y de ser la única licencia que se le otorgó o solicitó en toda su vida militar, solicitó el reenganche y fue destinado a prestar servicio de vigilancia de costas en Fajardo hasta finales de mayo.

El 3 de julio España pierde Cuba al perder la guerra con los Estados Unidos en la batalla naval de Santiago de Cuba entre los modernos acorazados norteamericanos y la escuadra de seis barcos españoles dirigida por el Almirante Cervera, donde murieron 323 españoles.  

Después de prestar vigilancia de costas en el pueblo portoriqueño de Fajardo, Emilio pasó de nuevo a su compañía y estuvo bajo las órdenes de su hermano mayor el Comandante D. Francisco Arrando en La Carolina (Puerto Rico) donde continuó prestando el servicio de vigilancia.

Estando en ese lugar, el Comandante general le impuso ocho días de arresto en banderas, desde el día 2 julio hasta el día 10, por haberse negado a ejercer de juez instructor en un juicio militar penal a uno de sus subordinados. No sabemos el motivo por el cual se quería sancionar al soldado, pero al ser las condiciones de supervivencia tan extremas nos podemos hacer una idea de por qué Emilio se negó a castigarlo; posiblemente las lastimosas condiciones en que se hallaban los soldados le había impulsado a cometer la falta.

Más tarde, fue a Río Grande donde pasó a formar parte de la columna del Coronel Pesio continuando la marcha hacia Fajardo donde llegó en la noche del día 8 y bajo las órdenes de su hermano, el Comandante D. Francisco Arrando. Al llegar a Faro fueron sorprendidos por las fuerzas enemigas. Al día siguiente marcharon a Fajardo saliendo el mismo día con dirección a La Carolina, donde Emilio quedó prestando servicio con su batallón.

El 1 de septiembre se trasladó con su batallón a la capital de Puerto Rico (San Juan) y al día siguiente embarcaron en el vapor Isla de Panay con destino España.

Vapor Isla de Panay

Una vez el viaje hubo finalizado, el día 14 de septiembre, por fin los hombres desembarcaron en el puerto de Cádiz, aunque normalmente los españoles que regresaban de Cuba lo hacían en pésimas condiciones higiénicas, físicas y alimentarias; y con la ropa ajada o semidesnudos tapados con mantas.

Entonces Emilio se trasladó a Valencia a disfrutar de dos meses de licencia como repatriado hasta fin de año.

El 1 de enero de 1899 se incorporó en situación de reserva al Regimiento de Infantería de Montenegrón nº 84 de Valencia hasta finales de febrero. El día 2 de marzo, según su expediente militar, se trasladó con permiso del General Subinspector hacia el pueblo donde creemos que vivía entonces su padre, Fanzara y permaneció allí en situación de reserva hasta finales de enero de 1902. Sin embargo según la prensa murciana vivía en el pueblo de Alquerías (Murcia) donde trabajó como comercial, empresario y se relacionó con las clases pudientes de la región.

Emilio tuvo cuatro hijos con Milagros: Emilio, que nació en 1893, Lolita, que nació en 1899, Milagros, que nació en marzo de 1906 y José, que nació el 16 de mayo de 1910. Únicamente los dos menores nacieron en Alquerías ya que los dos anteriores lo hicieron en tierras valencianas.

El 10 de mayo de 1901, con 38 años, pasó de ser 2º Teniente a 1r teniente por antigüedad, pero seguía estando en la escala de reserva retribuida.

Extracto del Diario Oficial de la Guerra (11 de mayo de 1901) donde es nombrado Primer Teniente por antigüedad.

En enero de 1902, es dado de baja de su regimiento y es destinado al Regimiento de Infantería de reserva de Castellón nº 74. Pero el 23 de junio de ese mismo año pasa con un permiso del rey Alfonso XIII a situación de destino provisional, es decir retirado por guerra, con el empleo honorífico de Capitán.

En su retiro, además de su empleo como comercial y empresario, cobra del ejército 90 céntimos como capitán honorífico más su sueldo de Primer Teniente, es decir, 168 pesetas con 75 céntimos mensuales hasta cumplir los 60 años de edad.

A lo largo de su vida sale en diversas ocasiones en la prensa murciana como el Diario de Murcia o el liberal de Murcia nombrándole por haber realizado diversos donativos en una recolecta para pobres, por haber asistido a un evento social en Alquerías, por haber sido padre de una niña, por haber participado en un donativo para realizar un busto de Isaac Peral, por formar parte como vocal de una mesa electoral, por haber participado en una comisión para organizar las ayudas tras una inundación,…

Su espíritu inquieto y aventurero le llevó a solicitar un permiso de un año al ejército para poder viajar por toda España, Francia, Alemania e Inglaterra como comercial. No en vano se convirtió en el primer español que logró introducir las naranjas españolas en el mercado londinense de Covent Garden.


Noticia publicada en el periódico El Tiempo, edición de la tarde del día 1-10-1909, donde se explica que Emilio  ha viajado a Londres para exportar naranjas comerciando como intermediario  con la subastadora J.B.Thomas del mercado de Covent Garden.


Emilio también introdujo las naranjas españolas en Alemania para la empresa de Alquerías de Juan Antonio Garre, cuyo propietario era además muy amigo suyo. 

Emilio Arrando Cutanda, en el centro, durante un viaje de negocios a Hamburgo, el 10 de abril de 1907. Está leyendo una revista inglesa de subastas “Auction” junto a dos caballeros, Emilio Oliver y Luis Bening. 
Cartel publicitario de la Empresa que representaba Emilio Arrando Cutanda en Alemania. Este cartel es anterior a la Primera Guerra Mundial y muestra el espíritu colonialista de la época en el uniforme de los dos niños. El cartel dice: "Naranjas seleccionadas. Los dos alemanes. Alquerías- Murcia (España)". Este cartel se realizó entre 1905 y 1907, porque fue en 1905 cuando el rey Alfonso XIII le concedió permiso a Emilio para viajar por Francia, Alemania e Inglaterra.

En sus diversos viajes comerciales al extranjero como representante de diversos productos españoles (murcianos y valencianos, principalmente), Emilio solía traer recuerdos para su familia. Su nieto, Emilio Arrando Martínez, aún recuerda con cariño una pistolita de juguete de nácar con la que él y su hermana pequeña jugaban y que Papá Emilio, como solía ser llamado entre sus nietos, les había traído en una ocasión a los nietos desde Londres (aunque mi suegro jamás no llegó a conocer a su abuelo en vida).

Durante los últimos años de su vida vivió en la calle Mariano Vergara, número 28 de Murcia capital, lugar en el que, lamentablemente, no se conservan los edificios de la época.

Emilio falleció el día 28 de febrero de 1931, por una miocarditis,  a los 67 años de edad. Sin dejar testamento. Y fue enterrado el día 2 de marzo en el Cementerio de Nuestro Padre Jesús. Su funeral se celebró a las 5 de la tarde en la Iglesia de san Lorenzo de Murcia capital y a él acudió un piquete de soldados del Regimiento de Infantería de Sevilla para rendirle honores de ordenanza.
Noticia de la defunción de Emilio Arrando publicada en La Verdad  de Murcia el día 1 de marzo de 1931
Noticia de prensa informando del entierro celebrado el día anterior. Publicada en el periódico La Verdad de Murcia el día 3 de marzo de 1931.

                        Fin


En homenaje a Papá Emilio y Mamá Milagros.
De sus descendientes

Lupe

4.- Vida de Emilio Arrando Vilella (El hijo del General). Una joven y trágica muerte.


Vida de Emilio Arrando Vilella

O “la trágica muerte de un joven héroe”.


Firma de Emilio Arrando y Vilella, escrita en su matrícula universitaria del curso preparatorio de la Facultad de Derecho de Madrid,30 de octubre del año 1862. Con 13 años.

Nació en Balaguer, en la provincia de Lérida, el 21 de abril del  año 1849, lugar donde también nació su madre y, al parecer, vivían sus abuelos maternos.


Imagen: Balaguer (Lérida) fotos del siglo XIX

Era el único hijo varón del brillante y heroico oficial militar de infantería José Arrando Ballester,  nacido en Tales (Castellón), de 34 años de edad,  y de Carmen Vilella y Font de Balaguer (Lérida).

Tenía dos hermanas Carmen (la mayor) y Josefina (la menor).


Por aquel entonces su padre estaba en el Batallón de Cazadores de Tarragona nº 2 del ejército liberal isabelino como capitán y como segundo comandante operando en Cataluña durante la Segunda Guerra Carlista.

A los 8 años, 1857, Emilio inició sus estudios de segunda enseñanza elemental en el Instituto del Noviciado de Madrid, actual Instituto Cardenal Cisneros, creado en 1845, edificio situado en la calle de San Bernardo, que tenía su sede en el edificio de la Universidad Central.


Edificio de la Universidad Central y del Instituto de segunda enseñanza del Noviciado, Madrid.

Emilio era un buen estudiante, pero para poder estudiar en Madrid se trasladó a vivir a casa de su tío, Sebastián Vilella y Font, que vivía en una de las zonas más nobles e importantes de Madrid en la calle Carrera de San Jerónimo del barrio El  Sol, en la zona conocida como el barrio de las Letras y las Cortes de Madrid porque era donde vivían los literatos y donde estaba situado el edificio de Las Cortes.


Antigua fotografía de la calle Carrera de San Jerónimo de Madrid.

Antigua fotografía de la calle Carrera de San Jerónimo de Madrid.

Otra vista de la calle Carrera de San Jerónimo de Madrid.


Su tío Sebastián era hermano de su madre Carmen Vilella y Font. Fue militar, profesor y escritor y una persona muy cultivada. Fue: profesor de literatura castellana de la distinguida Escuela de Sorèze (Francia), director durante muchos años del Colegio politécnico de Madrid, Bachiller en Lletres por la Universidad de París, profesor de latín,  regente de retórica y poética, (según el prólogo de uno de sus libros) profesor de lengua francesa por su Majestad (es decir con título expedido por el rey), catedrático en varios colegios de Madrid, y autor de varias obras como:
- Repertorio de cartas francesas para el uso de personas que estudian el francés.
- Clave castellana para aprender la lengua francesa.
- Nueva Conjugación de los verbos franceses.
- Filosofía e historia, dedicada a Su Majestad el Rey.
- El Corbonán o el Tesoro del templo (obra teatral en 5 actos).
- El círculo cuadrado.

Tapas interiores de algunos libros escritos por Sebastián Vilella y Font.




El caso es que su tío vivía en el piso principal de la casa Rivas, un edificio que mandó construir Francisco de Rivas en 1846 al arquitecto José Alejandro y Alvárez con la apariencia de un palacio clásico italiano de cinco plantas. Hasta 1951 fue un edificio residencial y actualmente es un edificio muy conocido que sale en prensa o en televisión a diario por ser las dependencias del Congreso de Los Diputados y formar parte del complejo de cinco edificios que forman el Congreso.
 




Casa de Rivas. Domicilio temporal de Emilio en casa de su tío.

Fotografía actual de la casa Rivas.

En su expediente académico constan las siguientes notas obtenidas en la segunda enseñanza elemental en el Instituto del Noviciado:
Latín: Primer año (1857-1858): Notable
Latín: Segundo año (1858-1859): Notable
Geografía (1858-1859): Mediano
Ganó religión y lectura.
Gramática griega (1859-1860): Sobresaliente.
Historia General (1859-1860): Sobresaliente.
Primero de matemáticas (1859-1869): sobresaliente.
Segundo de francés (1859-1869): Notable
Ganó religión.
Segundo de griego (1860-1861): Notable.
Retórica y poética (1860-1861): Notable.
Segundo de matemáticas (1860-1861): Sobresaliente.

El año 1861-1862, con doce años ingresó en el Instituto de Primera Clase de San Isidro (el centro educativo más antiguo de Madrid, creado en 1609 aunque el edificio es aún más antiguo, situado en la calle Toledo número 39). Centro que anteriormente había sido un colegio jesuita y que en 1834 se convirtió en un centro de Reales Estudios.

Grabado del Instituto de Primera Clase de san Isidro, Madrid.


Allí realizó sus estudios de segunda enseñanza de ampliación y obtuvo su título de Bachiller en Artes (registrado con el número 70, folio 260).



Título de Bachiller en Artes de Emilio Arrando y Vilella obtenido en el Instituto de San Isidro de Madrid, año 1862.

Para obtener este título tuvo que, además de superar toda la segunda enseñanza, realizar tres pruebas escritas ante tres tribunales diferentes.

En su expediente académico constan las siguientes calificaciones :
Lógica (1861-1862): mediano.
Historia Universal (1861-1862): Mediano.
Física y Química  (1861-1862): Mediano.

Curiosamente, los profesores de ambos Institutos junto con los de la Facultad de Filosofía constituían un sólo Claustro presidido por el Decano de la Facultad de Filosofía y el catedrático de economía.


Acta emitida por los tres tribunales para obtener el título de Bachiller tras superar las tres pruebas escritas. En ella constan las calificaciones de toda la enseñanza elemental en ambos Institutos.

Tras obtener el título, Emilio se matriculó en la Universidad Central (1862-1863), situada en el mismo edificio donde ya había estudiado anteriormente.

El primer curso se matriculó en la Universidad de Ciencias de las siguientes materias: complemento de Algebra, Geografía, Física, Química y Zoología; pero como deseaba estudiar Zoología y química  a la vez y ambas materias eran incompatibles por horario tuvo que abandonar Química a favor de Zoología.

Sin embargo, tal y como les pasa a muchos estudiantes hoy en día, una vez iniciado el curso, Emilio cambió de opinión y decidió cambiar el rumbo de sus estudios por los de derecho en la Facultad de Filosofía y Letras. Por ello,  Emilio escribió una solicitud pidiendo poder matricularse en la materia de Historia Universal y ser aceptado en el curso preparatorio de derecho.

Carta escrita por Emilio de su puño y letra con 13 años, en 1862.
A V.S.
Don Emilio Arrando y Vilella, Bachiller en Artes a Vuestra Excelencia con el mayor respeto expone:
Que teniendo en la Secretaria de la Universidad Central una solicitud aprobada por el Sr. Director de Instrucción Pública para que pueda matricularme en el año preparatorio de derecho.
A V. S suplica se sirva a disponer se le matricule del modo y según las condiciones que en ella se expresan, gracia que espera merecer de la bondad de V.S.
Madrid, 6 de noviembre de 1862.
Esta carta obtuvo respuesta dos días más tarde del Rector de la propia Universidad permitiendo la matrícula.


Documento de secretaria donde se refleja el cambio de expediente de la Facultad de Ciencias a la de Filosofía y Letras, curso introductorio al derecho con complemento de ciencias. También se puede ver su domicilio.



O sea que Emilio a la edad de 14 años ya había realizado estudios universitarios en la Facultad de ciencias y en la Facultad de Filosofía y Letras de la universidad Central (ambos expedientes constan en el Archivo Histórico Nacional catalogados con las referencias 6353, Expediente 8 y 5277, Expediente 15). Ambos estudios universitarios realizados en los años 1862 y 1863. Sin embargo, Emilio era hijo de militarl  y decidió seguir los pasos de su padre e ingresar en la academia militar (ya que como hijo de oficial se lo podía permitir) para ser soldado de carrera.





Ese mismo año, el 16 de junio de 1863, ingresó voluntariamente como cadete en el ejército en el cuerpo de infantería. Tenía tan sólo 14 años. Por ello estuvo estudiando en la academia militar de Valencia y destinado como cadete al Regimiento de infantería de Gerona, destinado allí, durante un total de  1 año, 6 meses y 15 días.



A finales de abril del año 1864, pasó a formar parte del Regimiento de Borbón donde permaneció hasta final de julio de 1865 que pasó al Regimiento de Sevilla. En diciembre de ese mismo año, 1865, pasó a formar parte del Regimiento de Mallorca.



En 1866, estuvo en Valencia hasta finales de año de servicio ordinario con el Regimiento de Mallorca al que pertenecía.


El 1 de enero de 1867, ascendió a Alférez y fue destinado al Regimiento de Infantería de Guadalajara  hasta finales de mayo en que pasó a formar parte del Batallón de cazadores de Baeza.  Durante ese mismo año, desempeñó el cargo de instructor de los quintos que llegaban a su Regimiento.

Imagen: Uniforme de Infantería de Regimiento de Cazadores.

En diciembre  de ese mismo año 1867, pasó a formar parte del Regimiento de  Granada que operaba por la zona de Cartagena.


Durante todo el año 1868, Emilio estuvo operando de guarnición en la zona de Cartagena hasta el 3 de julio en el que se le concedieron cuatro meses de Real Licencia para atender asuntos propios en la provincia de (Castellón), concretamente en Tales; lugar donde había nacido su padre y se hallaba parte de su familia. Dicho permiso le fue concedido por Real Orden el día 4 de abril, pero no fue hasta el 3 de julio cuando se inició. Para poder cumplirlo se le asignó medio sueldo del total del sueldo de Alférez.


El 1 de septiembre de 1868, con tan sólo 19 años, Emilio ascendió a Teniente. Sin embargo, no pudo disfrutar de la totalidad de dicho permiso debido a que tuvo que reincorporarse anticipadamente, el 21 de septiembre, al servicio activo a causa del llamado Alzamiento Nacional.
En dicho Alzamiento Nacional, conocido como Revolución de Septiembre de 1868 o popularmente como ”La Gloriosa”, se produjo una revolución popular que tuvo como primera consecuencia el derrocamiento de la reina Isabel II, producida a causa de: la crisis política aparecida durante su reinado como consecuencia del incumplimiento reiterado y sistemático de la Constitución  (de carácter conservadora) de 1845 por parte de la corona; por la preferencia política de la reina que favorecía descaradamente al partido moderado, despreciando la opinión de los electores; por el desgaste del partido moderado tras 20 años en el poder e innumerables escándalos políticos; y  a que la única alternativa para los progresistas eran definitivamente los golpes militares.
Esta revolución se originó, poco a poco y en los años anteriores, en el sector de la burguesía, pero se extendió rápidamente entre las clases populares por el descontento generalizado producido por las malas condiciones de vida y por las crisis agrícola, comercial y económica. Por ello los progresistas, capitaneados por los generales Prim y Serrano, nombraron una asamblea constituyente bajo la dirección de un gobierno provisional.
El 12 de septiembre el Almirante Topete se sublevó en Cádiz dando inicio a La Gloriosa. Dos días más tarde Prim se hizo cargo de la situación y nombró una Junta revolucionaria para controlar la ciudad. En dicha Junta se proclamó un manifiesto con los principios básicos de la sublevación: sufragio universal, libertad de imprenta, abolición de la pena de muerte, de las quintas, supresión del impuesto de consumos y elección de unas Cortes constituyentes con el objetivo de decretar una nueva Constitución.
Imagen: Jefes del Alzamiento Republicano Federal de España de 1869: Fermín Salvochea, Francisco Suñer y Capdevila, Adolfo Joarizti, José Paúl y Angulo, Pedro Caymó y Bascós, José Antonio Guerrero, Enrique Romero, Froilán Carvajal, Rafael Guillén. Dibujo y litografia de  Andrés de Salas.
El 30 de Septiembre la reina Isabel II, que veraneaba en Lequeitio, se exilió en Francia sin renunciar a la corona. Y a principios de octubre se constituyó en Madrid un gobierno provisional dirigido por Serrano y en el que Prim ocupaba el Ministerio de Guerra. Dicho Gobierno provisional restauró la monarquía  en la figura de Amadeo I de Saboya, para cumplir con los ideales democráticos de una soberanía nacional bajo una monarquía parlamentaria.
Además, el gobierno provisional tuvo que enfrentarse con el agravamiento de la situación política causada por la insurrección cubana que dio inicio a la conocida guerra de “Los Diez Años”.
Imagen: El Gobierno Provisional en 1869. De izquierda a derecha: Laureano Figuerola, Ministro de Hacienda; Práxedes Mateo Sagasta, Ministro de Gobernación; Manuel Ruiz Zorrilla, Ministro de Fomento; Juan Prim, Ministro de la  Guerra; Francisco Serrano, presidente del Gobierno Provisional; Juan Bautista Topete, Ministro de Marina; Adelardo López de Ayala, de Ultramar; Antonio Romero Ortiz, Ministro de Gracia y Justicia; y Juan Álvarez Lorenzana, Ministro de Estado. Foto de J. Laurent.
Imagen: Juan Prim. Ministro de la Guerra foto realizada en 1869
A causa de este alzamiento nacional, el joven  Emilio tuvo que reincorporarse a su Regimiento en Valencia el 21 de septiembre de 1868, cuando aún no había podido disfrutar de la totalidad del permiso que le había sido concedido.
El día 1 de octubre salió con una columna bajo las órdenes de su padre, el  por aquel entonces Teniente Coronel D. José Arrando Ballester,  con el objetivo de patrullar por la provincia de Alicante, Gandía y toda la huerta valenciana.
Imagen: Grabado de Alicante en 1868
En 1869, el 13 de enero, con tan sólo 20 años, Emilio ascendió a Subteniente de Infantería (según la Real Orden del 2 de enero de 1869 publicada en el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra de ese mismo año).
Imagen: Recorte de prensa que hace referencia al  nombramiento. Publicado en “La España” el día 13.1.1869
Durante 1869, estuvo de guarnición en Valencia donde tuvo que prestar juramento de fidelidad a la Constitución.  El día 10 de mayo salió con  la columna de su padre de operaciones por la zona del Maestrazgo hasta el 10 de agosto en que salió de la Cenia de Rusell en dirección a Castellón y más tarde a Morella, portando órdenes a sus superiores  bajo la forma de pliegos cerrados.
Una vez hubo llegado a Morella, se incorporó a otra columna, comandada por el Coronel Chilvé, y allí estuvo sofocando una insurrección carlista. Una vez sofocada,  el 3 de octubre, pasó de guarnición a Alcañiz bajo las órdenes del Brigadier José Belarde y participó en el sitio de Valencia donde contrajo una Cruz Roja del Mérito Militar de 1ª Clase por su actuación heroica al defender el día 11 de octubre las calles de Murviedro (Sagunto).
Imagen: Dibujo de una Cruz Roja de Primera Clase del Mérito Militar. La suya se le concedió el día 12 de octubre de 1869 por la defensa heroica de las calles de Murviedro el día anterior.
Más tarde se incorporó a la columna militar de su padre, el Teniente Coronel José Arrando con once hombres más en la provincia de Alicante y de allí pasó a Cartagena donde permaneció hasta finales de año en que fue destinado al Batallón de Cazadores de Alcántara donde permaneció tan sólo cinco meses.
El año 1870 supuso un año de diversos cambios de Regimientos y destinos. En enero se incorporó a su nuevo Batallón (el Batallón de cazadores de Alcántara) situado en la zona de Madrid. Y en él estuvo hasta el 5 de marzo, fecha en que pasó destinado al Regimiento de Burgos hasta finales de mayo. Seguidamente fue destinado al Regimiento de la Reina y más tarde estuvo de guarnición en la zona de Barcelona por haber entrado a formar parte del Primer Batallón de Aragón hasta fin de junio y continuó allí hasta finales de año, pero estando entonces en el Segundo Batallón desde finales de junio hasta diciembre.
Entre 1871 y 1872 fue nombrado encargado de la escuela de alumnos del Regimiento.
A principios de 1871 se encontraba aún en Barcelona con el Segundo Batallón, hasta que a finales de febrero pasó de nuevo a formar parte del Primer Batallón del Regimiento de Aragón.
En marzo de ese mismo año, 1871, estuvo de guarnición en Morella y a finales de mes salió de operaciones a las órdenes del Teniente Coronel José Regueras a socorrer varios pueblos del Maestrazgo. Tras lo cual volvió a Morella el día 28 de marzo  y volvió a salir de allí de patrulla el día 5 de abril con el mismo objetivo. El día 16 de abril regresó de nuevo al mismo lugar. Y al día siguiente fue destinado a Valencia con la misma intención de que siguiese patrullando y socorriendo los pueblos de la zona. El día 9 de junio marchó de partida en persecución de malhechores con lo que tuvo que permanecer en el pueblo de Moncada hasta el 6 de julio, fecha en que regresó a Valencia de guarnición hasta finales de agosto.

Ese mismo año tuvo que prestar juramento de fidelidad y obediencia al nuevo rey implantado como candidato por el General Militar y Ministro de la Guerra del Gobierno Provisional, Juan Prim, es decir, al rey Amadeo I de Saboya, primer Rey de la Monarquía Española Parlamentaria.



Imagen: 
Duque de Aosta o Amadeo I de Saboya, rey constitucional de España. Escogido con 191 votos a favor de un total de 334. Dicha votación se realizó en las Cortes el 16 de noviembre de 1870 y fue proclamado rey el 2 de enero de 1871, después de jurar ante el parlamento

El 12 de septiembre, Emilio pasó al Regimiento de Infantería de Burgos nº 36 que operaba en Lérida y allí permaneció de guarnición hasta finales de octubre, al pasar destinado al Segundo Batallón hasta final de año.


Con 23 años, en febrero de 1872 pasó al 2º Batallón Provisional con destino a la isla de Cuba como supernumerario. Allí se estaba desarrollando la conocida como “Guerra de los Diez Años”. Por ello embarcó el día 10 a bordo del Vapor Correo Extraordinario en el Puerto de Cádiz y desembarcó el día 26 en el puerto de Santiago de Cuba. Allí en la guerra en Cuba estuvo un total de 11 meses y 5 días hasta febrero de 1873.


El 3 de abril de ese mismo año, salió de campaña y quedó destacado. El 30  de noviembre se encontró  en la acción del sitio de la “Fontina” donde él y su Batallón lograron  desalojar al enemigo. El 10 de diciembre en la de “Ojo del Agua” donde tomaron a bayoneta las provisiones del enemigo continuando de operaciones de campaña.
Imagen: “Ojo del Agua”, situada en el Salvador, Guantánamo (Cuba). Foto realizada años más tarde, el 29 de marzo de 1880.



El 8 de febrero de 1873 se encontró con su Batallón en plena contienda, abriéndose fuego entre los soldados españoles y los mambís o milicianos cubanos en la zona conocida como Potrero de Filipinas. Los españoles lograron ahuyentar al enemigo que huyó en precipitada fuga.
Imagen: Soldados españoles en Cuba.
Imagen:
Soldados mambís (cubanos) a caballo


A finales de febrero, los destinan de nuevo a la Península como ayudante de su padre, José Arrando Ballester, por entonces ya Brigadier, Segundo Cabo de la Capitanía General de Valencia y Gobernador Militar de Valencia.


El 14 de julio  de 1873 se proclamó el Cantón murciano en Cartagena, es decir una rebelión republicana que buscaba la independencia.  Y tropas armadas entraron en la ciudad.

Imagen: Tropas centralistas entran en Cartagena para sofocar la rebelión cantonal 1873


El espíritu cantonal se extendió como la pólvora entre los pueblos cercanos. Así que pocos días más tarde, el 17 de julio, sucedió lo mismo en Valencia, aunque su instauración oficial no tuvo lugar hasta el día 20.

Mientras el General Manuel Pavía desarrollaba operaciones militares en Andalucía para acabar con el movimiento cantonal del Sur del país. El General Arsenio Martínez Campos dirigía sus tropas para sofocar la rebelión de Murcia y Valencia.
Imagen: General Manuel Pavía (izquierda) y
General Arsenio Martínez Campos (derecha).


Por ello el 24 de julio las tropas centralistas del ejército del General Martínez Campos entraron en Catarroja, próxima a Valencia. Donde fueron repelidos por los rebeldes  y sufrieron  3 muertos y 5 heridos. Mientras que los milicianos que defendían la ciudad tan sólo tuvieron 1 muerto y 3 heridos.
Como las murallas de la ciudad de Valencia habían sido derribadas en su mayor parte 8 años antes. La Junta cantonal organizó la defensa de la ciudad con barricadas, parapetos y reforzando todas las entradas con cañones. Además prohibió que todos los hombres en edad de combatir salieran de la ciudad para evitar posibles deserciones.
Foto de la ciudadela de Valencia antes de la demolición de sus murallas en el siglo XIX



El general Martínez Campos estableció su cuartel general en Quart de Poblet y el sábado, 2 de agosto de 1873, empezó el bombardeo de Valencia por parte de los soldados centralistas desde Chirivella, situado a dos kilómetros al Oeste de la capital. Y los milicianos cantonales respondieron al fuego bombardeando a su vez desde uno de los pocos trozos que quedaban en pie de la antigua muralla, la puerta de Torres de Quart.
 

El bombardeo de la ciudad fue cada vez más preciso y empezó a causar el pánico y el desánimo entre la población. Cosa que hizo germinar la idea de la rendición entre una parte de la población.

El bombardeo y el fuego cruzado duró entre ambos bandos un total de 13 intensos y largos días. Y el último día antes de que la ciudad se rindiese a las tropas centrales (5 de agosto de 1873), el Teniente Emilio Arrando Vilella fue herido a temprana hora en una pierna por la explosión de una granada en el sitio de Valencia. Ese día hubo un total de 7 muertos, 36 heridos y 26 contusos entre las tropas centralistas.

Emilio, herido suponemos de gravedad, fue retirado del campo de batalla para ser atendido junto al resto de los heridos. Mientras su padre, el Brigadier Arrando, continuñó cumpliendo con su deber en el campo de batalla.

Ese mismo día, 5 de agosto de 1873, una comisión intermediadora logró paralizar provisionalmente los bombardeos hasta las 12 del mediodía para mediar entre ambas partes y organizar las condiciones de capitulación de la ciudad. La Junta cantonal se decantó a favor de la rendición y entrega de las armas a cambio del indulto. Mientras que un sector más radical de milicianos se dirigieron al vapor Matilde para dirigirse a Cartagena y continuar desde allí la lucha rebelde. Acto seguido la Junta cantonal izó una bandera blanca en el Miguelete, la torre más alta de toda la ciudad.

Seguidamente, el general Martínez Campos entró en la ciudad a través de las Torres de Quart donde ocupó con sus mandos el edificio de la Capitanía General.
Imagen: Noticia de prensa publicada en el diario “La discusión” el 14 de agosto de 1873


Emilio fue conducido al Hospital Militar de la Capitanía General donde se le atendió durante casi un mes. Sin embargo, murió el 2 de septiembre de 1873 en ese lugar probablemente debido a alguna infección contraída durante su convalecencia. Tenía tan sólo 24 años.


El 10 de Septiembre se le comunicó a su padre por escrito.

Murió soltero y sin descendencia.
Fin

 
Lupe